Además de otras muchas cosas, la moda es una forma de expresión, de una época, de un momento, de una persona, de una profesión, de un estilo de vida y en definitiva, de una identidad.
Es una herramienta que se manifiesta en los complementos, en el maquillaje, en el peinado, en lo mental y por supuesto en la ropa, pero dice el refrán que “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
Es decir, que aunque “el figurín” de Sánchez, por ejemplo, aparente tranquilidad y calma y “yo no he roto un plato en mi vida”, en el fondo mona se queda, y bien que le gustaría, presuntamente, subirse a los árboles, perdón al Falcón, y olvidarse de la sangría de corrupción de la que es protagonista por más que se disfrace de actor secundario, de los de “yo solo pasaba por aquí”, sin enterarme de nada.
¡Qué mala suerte!, pasaba y paseaba con sus abalorios de bondad y serenidad, los de “no he roto un plato en mi vida” con su Peugeot y con sus amados entonces camaradas y con su Sabiniano y sus dineros, presuntamente destinados desde las saunas&prostibulo a pagar la gasolina electoral y la de habitabilidad y manutención del marido de su niña, alevín de catedrática.
Pero ¡qué dolor!, siempre acababa en el sendero de las traiciones de sus más allegados (Ábalos, Koldo, Cerdán), de su fontanera Leire, de su desconocidísimo Aldama, y de su interesado y avariento Puigdemont.
¡No te vayas mi Puigito, no te vayas por favor, que hasta la bancada mía sufre mucho con tu adiós!
Sin embargo, a pesar del tono lastimero de Sánchez, Puigdemont si quería irse y así lo comunicó su portavoz en el Congreso Miriam Nogueras.
-No confiamos ya en ti Sánchez, no nos diste lo que prometiste, así que arréglatelas como puedas. Además, el Partido catalanista Alianza Catalana nos pisa los talones –eso no lo dijo, pero lo piensan- y en base a ello y al criterio del 86,98 % de su militancia, han decidido “plantar al Sanchismo” por lo que pisan el acelerador de la huida y anulan las reuniones en Suiza..
Anda Puigi ¡quédate!, que te mando a Zapatero, el hombre que junto con el mío tuvo el gobierno más limpio del mundo, más que los chorros del oro.
Te lo mando ahora que tengo a mi Santos y seña en la cárcel, por su poder de seducción con otros líderes como seguramente Maduro, para que te convenza de que te quedes,.
¡Ni hablar –respondía Miriam- ya es muy tarde, señor, ya es muy tarde, ahora Puig no quiere oír nada de ti (que cantaría Rocío Jurado).
-Pero si se lo di todo, sollozaba Sánchez, si los culpables de lo que falta han sido Podemos, el PP y los jueces.
- “Que no, que no es no, que ya no estamos dispuestos a seguir ayudando a un Gobierno que no ayuda a Cataluña” así que adiós para siempre, adiós.
Y de este modo, sepultadas en el olvido quedan medidas estrella como la de la reducción de la jornada laboral de Doña Yolanda Díaz, empeñada también tal y como afirma, en seguir “para rato” en un gobierno corrupto.
Es súper sincera en su afirmación ¡menos mal que por lo menos una persona, en el reino de la mentira del gobierno que padecemos, asoma la cabeza por entre las sombras, no las de Grey, sino las de Sánchez en su mandato.
¡Qué vergüenza!, su tono paternalista, sus carcajadas, sus calificativos de circo y demás en el Senado, la cámara que constitucionalmente ha de ocuparse de la potestad legislativa del Estado, de la aprobación de sus presupuestos, y del control de la acción del Gobierno.
¡Qué vergüenza! sus no contestaciones, sus inexactitudes, su falsedad perpetua de la que no puede liberarse porque es para él como la concha para la tortuga, su hábitat.
¿Y qué decir de su complemento, de sus gafas?
Pues que además de haber perdido el olfato político, también al parecer ha perdido la vista.
El tacto no lo tuvo jamás y el oído, inexistente a todo aquello que se niega a escuchar.
Lo único que mantiene de los cinco sentidos humanos es el gusto, el que tiene por el poder, por la maldad, por la manipulación, por la falsedad, por volar en el Falcón (del que ningún senador en la discutible sesión de control preguntó ¿por qué y para qué y quienes organizaron tanto y tanto viaje a Santo Domingo?
Curioso, en una época en la que están de moda las memorias, la de Mar Flores, la de Isabel Preysler, las del rey emérito y etc., Pedro Sánchez en el Senado perdió la suya, y no recordaba nada, no sabía nada y no le constaba nada.
O sea, no dijo nada, seguramente porque ya no tiene nada que decir.
 
                   
               
         
           
       
           
       
           
       
           
       
           
       
           
       
           
       
          