Mujeres al desnudo

¿Todavía hay alguien que se escandalice por la desnudez?

Nery Santos Gómez
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Empecemos por la primera mujer desnuda a la que nos remite la historia bíblica o los cuentos primordiales. Si les pido que piensen en esa primera mujer, seguramente se imaginarán a Eva, con una hoja de parra cubriendo parte de su desnudez en el paraíso. Sí sigo pidiendo más imágenes mentales de ese momento hablarán de un árbol, una manzana y una culebra… y de Eva, como quebrantadora de toda regla; culpable de todas nuestras miserias al sucumbir a la tentación de probar el fruto prohibido e incitar a Adán. 

Lilith, según la tradición judaica, fue la primera mujer de Adán, y se le reveló, osando reclamar los mismos derechos del varón. Él, aprovechándose de su mayor fuerza física, intentó hacerla obedecer, y Lilith le abandonó. ¿Qué sucedió entonces? Lilith fue condenada por Dios, el Padre Supremo a padecer el peor de los castigos: perder sus hijos. La primera luchadora de sus derechos de la historia fue condenada a padecer la muerte de cien de sus hijos cada día.   

En la mitología griega encontramos a la primera mujer encarnada en Pandora, creada por el dios Zeus, quien le otorga un ánfora o caja , con la expresa orden de no abrirla. Ella, con su irrefrenable “curiosidad femenina” la destapa, dejando salir todas las desgracias y males de la humanidad. 

Estas mujeres esenciales han sido presentadas históricamente como seres sin juicio, débiles y que sucumben a las tentaciones…culpables de los males de la humanidad. 

Históricamente, la mujer ha sido considerada como ciudadana de segunda clase durante milenios. 

Según algunos lingüistas el vocablo “fémina” se origina de  Fe-minus, “menos fe” , y quizás por eso se piense que la mujer se dejó tentar por el diablo, mordiendo la fruta prohibida. Aunque podría decirse que “fémina” viene de un verbo latino antiguo, “fevo”, que significa fecunda. Fecunda es la capacidad de producir frutos en abundancia. Podríamos pensar que es por la maternidad pero también habría que considerar su capacidad de crear arte y avanzar en las ciencias y otras disciplinas. 

Las mujeres, en muchas culturas, han tenido que padecer desde el alumbramiento el desconsuelo de nacer con un sexo no tan deseado por sus familias. 

Es conocido el infanticidio de niñas recién nacidas, solo por el hecho de percibirse como una carga no deseada para ciertas familias, desde los romanos antiguos, algunos pueblos en China, algunas partes de Egipto y otras culturas y que para nuestro asombro aún en ciertas latitudes sigue ocurriendo.

Otra forma de asesinato cruel contra las mujeres fueron las llamadas cacerías de brujas entre los siglos XV y principios del XVI. Los inquisidores consideraron a las mujeres inferiores porque Dios había creado primero a Adan y luego a Eva.  

El 85% de los condenados a la hoguera eran mujeres, con miles de ejecuciones por supuestos pecados tan absurdos como tener verrugas, consideradas como signos del demonio. En realidad muchas mujeres eran juzgadas por haberse atrevido a estudiar, buscando cierta independencia; llegando incluso a usar y administrar anticonceptivos o practicar abortos.

Renombrados hombres del ámbito de la religión y la ciencia expresaron con palabras lo que perfiló el concepto de inferioridad de la mujer: 

En las bíblicas Cartas Apostólicas, Primera de Corintios y primera a Timoteo, 

San Pablo expresa que la mujer debe aprender hacer caso al hombre en silencio y con total sumisión, y aceptar su perfecta voluntad; añadiendo que las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna, y que de hecho deberían ser segregadas, por ser causantes de “insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones”.

La Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino señala: “en lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida...la mujer es un hombre frustrado, un ser ocasional... no alcanzo a ver qué utilidad pueda servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.”

Martín Lutero dijo: “Las niñas empiezan a caminar antes que los niños, porque la maleza crece siempre más rápido que las buenas semillas”

Pitágoras manifestó: “Hay un principio bueno que ha creado el orden, la luz y el hombre… y un principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer.” 

Y Federico Arvesu expuso: “El organismo de las mujeres está dispuesto al servicio de una matriz; el organismo del hombre se dispone para el servicio de un cerebro.”

Con estos y muchísimos otros dictados y hechos se fue marcando un concepto inferior de la mujer en la conciencia colectiva, limitándolas a la maternidad y el hogar. Algunas pagaron un precio muy alto por atreverse a brillar, como Hipatia de Alejandría, que fue una de las primeras mujeres, de las que se tiene conocimiento, que destacó en matemáticas, filosofía y astronomía. Fue asaltada, desnudada, linchada y su cuerpo despedazado y quemado. 

Nery Santos
Nery Santos Gómez

Muchas de ellas, atrevidas y valientes, cubrieron su desnudez femenina para poder incursionar en otros mundos y traspasar así fronteras no socialmente aceptadas; se disfrazaron o adoptaron nombres de hombre para poder ir a la universidad, salir a la guerra, escribir o participar en otras esferas, viviendo una existencia clandestina.

Solo por poner algunos ejemplos, tenemos a Juana de Arco, heroína y santa  “matrona” de Francia hoy día, fue condenada a morir quemada, acusada de de herejía y maldad por vestir ropas masculinas al participar en la guerra de los cien años ayudando al Delfin, más tarde Rey de Francia Carlos VII. 

Las hermanas Brontë, talentosas escritoras, firmaron sus primeras novelas con seudónimos, adoptando los nombres masculinos de Currer, Acton y Ellis con el apellido Bell. María Legarraja, escritora feminista española, decidió publicar toda su obra bajo el nombre de su esposo, Gregorio Martinez Sierra. 

Incluso en muchas culturas hoy en día no se permite a la mujer acceso a la educación, a salir solas o reunirse con otros en el plano intelectual y deben cubrir sus cuerpos y a veces hasta sus rostros. 

A pesar de que el avance no ha sido lineal y que falta aún mucho camino por recorrer, es maravilloso que las mujeres escojan sus destinos, se preparen en las universidades si lo desean, firmen sus libros, ocupen altos puestos gerenciales y políticos y se deshagan de esas culpas absurdas y antiguas. Y lo hagan vestidas de autoestima o desnudando sin pudor sus verdaderos talentos.