En este mundo de ruido de redes sociales, influencers y tendencias volátiles, emerge de una manera mágica y a la vez para mi tierna una figura, José María Abad, a sus 90 años, emociona a cientos de miles de personas. Sumergirse en un universo donde late la ternura, la magia y una profunda conexión.
Me permito hablar esta vez de la arquitectura de emociones, sentimientos y de familia. Y es que el tiktoker que arrasa con sus videos, “el abuelo de lo sensibles” es un sinónimo de recuerdos de su larga vida y de la mía. Difícil explicar cómo alguien tan próximo, se convierte en la voz que llega a almas de todas las edades y sitios.
Él no pinta cuadros, construye casas para el alma, colores que se apoyan entre sí, formando columnas invisibles, arcos que sostienen sus sueños. Sus azules, son bóvedas hacia el cielo, sus rojos son muros protectores, sus aves y geometrías son luces a la imaginación. Ecos de arquitectura viva, abrazos, fachadas que invitan a entrar y quedarse por su ternura.
Su primera novela, “La fábrica de los juguetes prodigiosos”, me encogió y calentó el alma, al tiempo, de ahí a su último libro de cuentos “La cena árabe y otros relatos”. Maquetas de ciudades imposibles, pasillos secretos, torres de palabras, fantasías de arquitecto de relatos, albañil de metáforas.
Constructor sensible, de poesía, ternura, rebeldía, humor, su arquitectura se construye con corazón.
Su arte, sus obras, sus cuadros, sus libros, suponen un camino creativo, que ha llegado a girar a un interés por él, por su forma de hablar, su serenidad y su originalidad. Millones de personas visualizando sus reflexiones, adolescentes que buscan consejos, adultos que se ven reflejados… creo que se debe a su serenidad y ternura, ese aliento que a veces necesitamos. Tenemos una sociedad con tantas ganas de conseguir más humanidad, sensibilidad y mundo sin prisas.
Descubren otros un rostro familiar, rascan el corazón del que puedo llamar “tío”, del que explicó cómo decir “te quiero”, curioso, creativo, inquieto, con ganas de aprender, enseña que nunca es tarde para empezar algo nuevo.
Tras diferentes momentos en nuestras vidas, siempre tan cariñoso y con palabras tan sentidas y llenas de amor que siempre ha tenido hacia mí… sólo puede sonreír al ver que ese hombre que tanto inspira y que es mi querido tío José Abad.
“La arquitectura es el arte cuando uno, consciente o inconscientemente, crea emoción estética en la atmósfera, y cuando ese ambiente produce bienestar.”Luis Barragán