Sencillamente irresistibles

Las fieras de la Moncloa

Han pasado de “cacareantes”y alegres gallináceas al rebufo del gallo supremo, a fieras “atacadoras” del que se ponga al  alcance de sus cortas luces, esas que, según los entendidos en la materia, solo se encienden en Navidad con Abel Caballero.

En dicho sentido, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha regocijado, burlado, o como se quiera decir, del aspecto del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. Lo ha hecho a lo largo de su intervención en la Convención del Psoe celebrada en La Coruña. «Hace un rato escuchaba unas declaraciones de este hombre que habéis mandado para allí, para Madrid, el de las gafas, bueno los dos tienen gafas, del que tiene menos pelo, ¡del Tellado! Miguel Tellado», ha proclamado Montero entre las risas de los asistentes que la encuentran simpatiquísima, quizás por sus saltos, brincos y cabriolas continuos, para que se perciba a tres leguas su entusiasmo electoral sin límites por el amado líder.

En esa convención  Sánchez dice que va a crear un Centro de Pensamiento para dar la batalla de las ideas, es decir, un espacio restringido desde el que ofrecer a la sociedad reflexiones e ideas con visión de futuro, útiles y que contribuyan al desarrollo de la región. (Que miedo!  a ver si encargan mas trenes que no quepan en los túneles). 

Entonces, se ha escuchado en la sala cómo alguien pedía un médico. El presidente del Gobierno ha dejado de hablar y María Jesús Montero, ha salido corriendo como una gacela ¿Para qué?, ¿Para terminar de una vez el aburridísimo acto? ¿Por un tema de nervios y calambres? ¿Para salvar la vida del que se había desmayado?... De momento no parece que se haya publicado nada al respecto.

Pero si se ha “desarrollado” la mentira del día cuando Sánchez se ha manifestado contra la gestión de la Xunta acerca del vertido de los pélets, omitiendo que las competencias del mar son exclusivas de su Gobierno

Si, ha tenido la “valentía” de pedir al PP que deje de gobernar con los “come niños crudos” de Vox, mientras él pacta con Rufián (independentistas), Bildu (asesinos filo etarras), Junts (independentistas ultra derechistas), PNV (pandilla de chaqueteros) y quien se le ponga por delante. Se percibe meridianamente su coherencia, su imparcialidad y su probado valor.

Sin embargo, cuanto hace y dice no tiene valor, porque después no se acuerda de nada y como asegura la canción “Y si no me acuerdo no paso, no pasoooo)”.

Vale en su aspecto fiero, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, (no confundir con la anterior vicepresidenta, es que todas lo son, presuntamente no por necesidad gubernamental de tantísimas vicepresidentas, sino para que cobren más a fin de mes), ha criticado que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón tiene "cierta querencia" a pronunciarse en "momentos políticos sensibles". 

Lo dice, después de insistir el juez en la investigación sobre 'Tsunami Democràtic', del ex presidente catalán Carles Puigdemont, por un también presunto delito de terrorismo. 

Lo afirma con los dientes apretados, ah no, perdón, es que los tiene así.

 Lo dice y se queda tan ancha a pesar de despertar una enorme indignación entre los jueces que consideran tales manifestaciones “contrarias al principio de lealtad institucional”.

¿No sería mejor para la campaña gallega que estos mandatarios tan cercanos dejaran aparcadas las Convenciones, las eternas y repetitivas críticas y las calumnias tediosas a Vox, y dieran ejemplo pescando percebes en las afiladas rocas de Costa da Morte, con doña sirenita Tucán, gran defensora de los mares y de sus trabajadores, a la cabeza?. 

Podrían, al menos, desarrollar este proyecto en el futuro Centro de Pensamiento de A Coruña, estrenando la magna ocurrencia del jefe en su valiosísima e ininterrumpida batalla de las ideas.