“No tiene sentido pagar toda la vida por algo que sabemos que va a ocurrir”

Alejandro Nieto, CEO y fundador de Pazy, explica cómo su empresa está transformando el sector funerario con un modelo transparente, sin cuotas vitalicias y con acompañamiento humano para las familias.

Alejandro Nieto CEO Pazy
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En España, casi la mitad de la población paga mes a mes un seguro de decesos. Es uno de los productos más antiguos y arraigados del sector asegurador, pero también uno de los menos actualizados. Frente a ese modelo tradicional, Pazy propone una alternativa diferente: un servicio de precio cerrado, más humano y transparente, que permite a las personas planificar su despedida y liberar a sus familias del peso económico y emocional del fallecimiento.

Su fundador y CEO, Alejandro Nieto, explica cómo funciona este modelo que está revolucionando un sector inmóvil desde hace más de un siglo.

¿Qué es Pazy para una persona que nunca haya oído hablar de vosotros?

Somos una alternativa clara y humana al tradicional seguro de decesos. En lugar de pagar cuotas de por vida, nosotros ofrecemos un plan de pago cerrado y transparente. Tú decides cómo quieres pagarlo, a tu ritmo, pero siempre sabrás exactamente cuánto cuesta tu funeral.

Por ejemplo, si el servicio cuesta cinco mil euros, puedes pagarlo todo de una vez o en cuotas de quinientos euros al año durante diez años. Lo importante es que, cuando llegas al euro número cinco mil, dejas de pagar. No hay letra pequeña ni cuotas infinitas. A partir de ahí, empieza realmente tu ahorro.

Mientras con un seguro tradicional puedes acabar pagando tres o cuatro veces el valor real de un funeral —la OCU calcula que muchas familias terminan desembolsando unos veinte mil euros—, con Pazy pagas una sola vez y con la tranquilidad de que todo está prepagado y organizado de antemano.

¿Cuál dirías que es vuestro principal valor añadido?

La principal diferencia, además del ahorro, es la claridad y el alivio emocional. En los seguros de decesos convencionales, cuando fallece un familiar no hay nada decidido. En ese momento de duelo hay que tomar muchas decisiones: si se quiere incineración o entierro, si el féretro llevará una cruz o no, si habrá ceremonia religiosa o laica…

Con Pazy, todo eso puede quedar decidido en vida. La persona deja constancia de lo que quiere, paga solo por aquello que elige y libera a su familia de tener que decidirlo en el momento más doloroso. Muchas personas contratan seguros de decesos pensando “así no dejo un marrón económico a mi familia”, pero olvidan el marrón emocional. Nosotros resolvemos ambos.

Nuestra misión es precisamente esa: ayudar a las familias económica y emocionalmente en el momento del fallecimiento. Por eso ofrecemos mucho acompañamiento humano, no solo durante el proceso, sino también después.

¿Cómo surgió la idea de crear Pazy?

Surgió de una experiencia personal. Cuando falleció mi abuela, nos encontramos con dos situaciones muy claras. Por un lado, la enorme cantidad de decisiones que había que tomar en pleno duelo. Por otro, al revisar su documentación, descubrimos que había pagado más de veinte mil euros por un servicio que realmente costaba alrededor de cinco mil.

Ahí comprendí que el modelo no tenía sentido. Estábamos pagando muchísimo más por algo que, además, no dejaba nada organizado. Esa experiencia fue el punto de partida para crear Pazy: una forma de ofrecer previsión y serenidad, sin sobrecostes ni ambigüedades.

¿Qué servicios adicionales ofrecéis a las familias?

En Pazy ofrecemos acompañamiento humano y psicológico gratuito durante el año siguiente al fallecimiento, así como asistencia con trámites legales, gestión de huella digital, cancelación de servicios o bajas administrativas.

Todos hemos vivido la pérdida de un familiar y sabemos lo abrumador que puede ser el papeleo y la cantidad de gestiones que hay que hacer. Además, son procesos que se olvidan con el tiempo. Nosotros acompañamos a las familias y les facilitamos esos pasos para que no tengan que preocuparse por nada.

¿Cómo es actualmente el mercado de los decesos en España?

Según el último informe de UNESPA, el 45,6% de los españoles —unos 22,3 millones de personas— tiene un seguro de decesos. Es un producto muy extendido, pero lleva más de cien años sin modificarse.

Lo curioso es que no tiene mucho sentido. Uno puede asegurarse el coche o la casa, porque quizá nunca tenga un accidente o un incendio. Pero la muerte tiene una probabilidad de ocurrencia del 100%. Por tanto, no tiene lógica pagar un seguro toda la vida por algo que sabemos que va a suceder. Lo lógico es prepagarlo una sola vez, con sentido común y transparencia.

En ese contexto, ¿cómo afrontáis la subida del precio de los funerales con el paso del tiempo?

Es un tema importante. Según la OCU, el coste medio de un funeral en España ronda actualmente los 3.700 euros, pero sabemos que en 20 o 25 años ese precio será de unos 5.000 o 6.000 euros, simplemente por la evolución de los costes.

Por eso, nosotros no aplicamos el precio actual, sino el precio estimado a futuro, el que tendrá el servicio cuando realmente se necesite. Si una persona de 60 años contrata hoy su plan, puede pagar unos 7.000 euros, que es lo que costará su funeral dentro de 25 años. Aun así, frente a los 20.000 euros que acabaría pagando con un seguro tradicional, hay un ahorro medio de 13.000 euros.

Es decir, el cliente paga el valor real de su servicio futuro, una sola vez y sin cuotas de por vida.

¿Cómo se estructura la oferta de servicios de Pazy?

Partimos de tres packs básicos, diseñados según las opciones más habituales que la gente solicita, pero totalmente personalizables: Plan Eco: incluye entierro o incineración sin velatorio en tanatorio ni ceremonia. Es la opción más sencilla y económica. Plan Estándar: añade la velación en un tanatorio, con un servicio más completo. Plan Premium: incluye todo lo anterior además de una ceremonia religiosa o laica y otros extras ecomo: flores, esquela, libro de firmas, música en directo, catering, etcétera.

A partir de esos tres modelos, cada persona puede personalizar por completo su despedida. Hemos tenido casos muy diversos: personas que quieren un paseo en barco para lanzar las cenizas, una cena familiar o incluso dejar sus cenizas en el columbario del estadio Wanda Metropolitano.

Lo importante es que el cliente tiene libertad total para decidir y pagar únicamente por lo que desea.

¿Cómo tratáis los posibles cambios o decisiones posteriores de la familia?

Nos encontramos con ambos casos: personas que, años después de contratar, quieren modificar su plan, y familias que, tras el fallecimiento, desean añadir o cambiar algo. En ambos casos, lo gestionamos con flexibilidad y respeto.

Es cierto que hay situaciones delicadas, como cuando una persona deja escrito que no quiere velatorio, pero la familia desea realizarlo. En esos casos, explicamos siempre cuáles eran las últimas voluntades del cliente, para que los familiares puedan tomar una decisión informada.

Hasta ahora no hemos tenido ningún conflicto grave. Las familias suelen encontrar un equilibrio: por ejemplo, hacen el velatorio para reunirse y luego celebran, como quería el fallecido, un encuentro más alegre. Siempre buscamos soluciones humanas y razonables.

El sector funerario suele considerarse inamovible. ¿Crees que está empezando a cambiar?

Sí, aunque muy lentamente. Es un sector que todos consumimos directa o indirectamente, y sin embargo ha permanecido igual durante décadas. Los seguros de decesos se comercializan igual que hace cien años, sin apenas innovación ni adaptación a las nuevas generaciones.

La sociedad, en cambio, está cambiando. Hoy muchas personas prefieren la incineración frente al entierro tradicional, o quieren ceremonias más personalizadas, menos rígidas, menos religiosas incluso. Nosotros nos adaptamos a esos nuevos valores: menos formalismo, más libertad y más humanidad.

En resumen, ¿qué representa Pazy dentro de este nuevo enfoque?

Representa una forma moderna, honesta y serena de afrontar la muerte. No es solo un producto financiero; es una herramienta para vivir tranquilos, sabiendo que todo está resuelto y que no estamos dejando una carga a nuestros seres queridos.

Nuestro compromiso es con la claridad, la transparencia y el acompañamiento humano. Creemos que incluso el final de la vida puede gestionarse con serenidad, con paz. Y de ahí precisamente viene nuestro nombre: Pazy.