La ciudad complutense ha vivido este verano un regreso muy esperado. Después de años sin convocarse, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha reactivado los cursos de verano para personas mayores, logrando una participación de más de 700 vecinos en actividades que combinan ejercicio, creatividad y bienestar emocional.
El programa, desarrollado durante cuatro semanas en los centros de mayores Reyes Católicos, Los Pinos, El Val y Cervantes, ha incluido cinco disciplinas:
- Zumba, con 207 inscritos, para fomentar la coordinación y el ejercicio aeróbico.
- Gimnasia, con 227 participantes, centrada en mejorar la postura y prevenir caídas.
- Pilates, con 132 asistentes, para fortalecer la flexibilidad y la movilidad.
- Risoterapia, con 106 mayores que apostaron por el humor como terapia.
- Manualidades, con 39 participantes, para estimular la creatividad y la función cognitiva.
“La respuesta de nuestros mayores ha sido fantástica. Después de tanto tiempo sin organizar estos cursos, ver la energía y las ganas que han mostrado nos anima a seguir potenciando esta propuesta que combina salud, ocio y participación social”, destacó la concejala de Mayores, Esther de Andrés.
Un impacto social más allá del verano
Fuentes municipales señalan que el éxito de esta edición abre la puerta a mantener o ampliar la oferta en futuras temporadas, no solo en verano. Según datos del padrón, en Alcalá de Henares hay más de 40.000 personas mayores de 60 años, lo que convierte a este tipo de actividades en un recurso clave para la cohesión social y la prevención de la soledad no deseada.
El Ayuntamiento subraya que el diseño de cada actividad responde a un enfoque integral de salud: ejercicio físico, estimulación mental y relaciones sociales. “Queremos que nuestros mayores se sientan protagonistas, activos y acompañados”, añadió De Andrés.
Un verano activo en toda la ciudad
El programa de mayores se suma a otras iniciativas estivales municipales, como actividades culturales al aire libre, talleres intergeneracionales y eventos en barrios. De este modo, Alcalá refuerza su imagen como ciudad inclusiva y adaptada a todas las edades.