Esta medida busca compatibilizar la presencia de especies protegidas con la seguridad y productividad del sector ganadero regional.
Medidas financiadas y beneficiarios
Las ayudas cubren la instalación de vallados de protección, pastores eléctricos, dispositivos de radio-seguimiento y la adquisición y mantenimiento de mastines. El importe máximo por beneficiario también se ha incrementado, pasando de 3.500 a 4.500 euros.
Más de medio centenar de ganaderos de una veintena de municipios de la Sierra madrileña se han beneficiado de estas subvenciones, con una media de 3.250 euros por explotación. La prioridad se ha dado a jóvenes y profesionales en régimen extensivo, promoviendo la profesionalización y el futuro del sector.
Reducción de incidentes y coexistencia con la fauna
Los datos confirman que las medidas son efectivas: los ataques de lobos y perros asilvestrados se han reducido notablemente, pasando de 398 en 2018 a 223 en 2024 y 184 en 2025. El fomento de prácticas de manejo modernas y la inversión en infraestructuras ha favorecido que los lobos se alimenten más de ungulados salvajes, como los jabalíes, que representan un problema para el tráfico, los cultivos y los equipamientos municipales.
Agilidad en la tramitación y previsión de futuro
El Ejecutivo regional publicó estas ayudas en primavera, lo que ha permitido a los ganaderos poner en marcha las medidas preventivas con rapidez y recibir los importes adelantados de manera más ágil. La estrategia busca no solo proteger a los animales de las explotaciones, sino también garantizar la convivencia sostenible con la fauna protegida de la región.