El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha en el último año varios proyectos de aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en la regulación semafórica, una innovación que permite integrar de manera más equilibrada a todos los usuarios de la vía —peatones, bicicletas, patinetes y vehículos— en la ordenación de la circulación.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, visitó este miércoles el Centro de Gestión de la Movilidad para hacer balance de estas iniciativas, que suponen un paso decisivo hacia una movilidad más segura, sostenible y conectada.
Prioridad peatonal y ciclista
Entre los ejemplos más destacados figura el proyecto desarrollado en la plaza de Grecia, junto al Estadio Metropolitano, donde las cámaras de visión artificial permiten alargar hasta 80 segundos la fase verde para peatones en días de grandes eventos, frente a los 25 habituales, sin generar retenciones. Esta medida facilita la movilidad en entornos de gran afluencia y ha pasado a aplicarse de forma permanente.
En la calle Princesa, la instalación de una cámara de visión 360º detecta el volumen de peatones en los cruces con Alberto Aguilera, manteniendo el rojo para vehículos hasta que se despejan las aceras, lo que mejora la seguridad de personas con movilidad reducida.
El Puente de Segovia ha sido otro de los escenarios de prueba. Allí, la IA contabiliza en tiempo real a peatones, ciclistas y vehículos para ajustar los tiempos semafóricos. Gracias a este sistema, se ha optimizado el paso de bicicletas los fines de semana, coincidiendo con el auge de usuarios en ruta hacia Madrid Río.
Asimismo, en la carretera de El Pardo a Fuencarral, una cámara detecta la aproximación de ciclistas con 20 segundos de antelación, de forma que el semáforo cambia a verde cuando llegan al cruce, eliminando la necesidad de pulsadores manuales.
Tecnología para emergencias
Carabante anunció que esta tecnología también se está aplicando en el soterramiento de la A-5, donde las cámaras de IA identificarán las matrículas de vehículos de emergencia y de Calle 30, otorgándoles prioridad en los accesos. Además, se están empleando en la obra de Parque Ventas para recopilar datos sobre el tráfico en tiempo real.
En el Puente de San Isidro, donde no era posible instalar un pulsador por la existencia de una tubería subterránea, una cámara de ojo de pez detecta a los peatones en la mediana y activa automáticamente la fase verde, ofreciendo una solución innovadora a problemas técnicos de infraestructura.
Hacia una movilidad inteligente
La Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación considera que estas pruebas piloto confirman que la IA puede adaptarse a situaciones complejas y variables, optimizando los tiempos de espera y mejorando la seguridad vial en diferentes contextos.
Según Carabante, se trata de un modelo que se extenderá progresivamente a más puntos de la ciudad, siempre que los estudios determinen que su implementación resulta beneficiosa. “Madrid apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico para lograr una movilidad más humana y conectada”, subrayó el delegado.