Entrevista

Ariadna Herrero: "El arte es una excusa para generar espacios de conversación y empoderamiento"

El arte, la cultura y la educación se dan la mano en el trabajo de Ariadna Herrero, periodista e historiadora del arte, que junto a su compañera Kat Andreeva fundó Kamusa Studio, una iniciativa sin ánimo de lucro que busca hacer del arte una herramienta de inclusión y transformación social
Ariadna Herrero
photo_camera Ariadna Herrero

Recientemente, su proyecto Lab Kulturika ha sido premiado en la categoría individual de los Premios Avanza Joven de la Fundación Nantik Lum. En esta entrevista, nos cuenta cómo el arte puede derribar barreras culturales y lingüísticas, y cuál es el impacto real de sus iniciativas.

¿Cómo nació Kamusa Studio y cuál es su propósito?

Kamusa Studio empezó a fraguarse en Zaragoza en 2021, en plena pandemia, cuando Kat y yo compartimos nuestras experiencias migratorias y recordamos la sensación de exclusión que genera no hablar el idioma del lugar al que llegas.

¿Qué es Lab Kulturika y cómo se diferencia de Aula Kulturika?

Son dos ramas del mismo enfoque. Aula Kulturika es un programa educativo dirigido a adolescentes recién llegados que aún no dominan el idioma. A través del arte mural, fomentamos el desarrollo de nuevas habilidades y el empoderamiento de los estudiantes en los centros educativos. Lab Kulturika, en cambio, busca trasladar esta filosofía al ámbito empresarial, ayudando a organizaciones a desarrollar equipos más diversos y conscientes, al tiempo que genera una fuente de financiación alternativa para nuestros proyectos.

¿Cómo impactan estos proyectos en los jóvenes que participan?

Nuestro objetivo no es que se dediquen profesionalmente al arte, sino que ganen confianza, trabajen en equipo y se sientan parte del entorno en el que viven. En el instituto, al principio estos jóvenes están aprendiendo el idioma en aulas de español o recursos similares, apartados de sus compañeros que están en sus clases atendiendo a las diferentes asignaturas. El arte se convierte en un lenguaje universal con el que expresarse y compartir sus experiencias con todo el mundo. El mural que crean juntos se convierte en un símbolo del propio instituto con el que expresar además su viaje migratorio y las diferentes culturas de los participantes.

La cultura a menudo se percibe como algo elitista. ¿Cómo lográis hacerla accesible?

Creemos en la cultura como algo vivo, que todos podemos crear. A menudo, cuando trabajamos con adultos, nos dicen: "Yo no sé dibujar". Pero el arte no es solo técnica, es también comunicación. En nuestros proyectos, buscamos que las personas sientan que tienen derecho a contar su historia a través del arte, sin importar su nivel técnico. Además, ocupamos espacios públicos con exposiciones temporales para que la comunidad pueda ver el proceso y el resultado del trabajo colectivo.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentáis?

El principal es la financiación. Los institutos no pueden costear estos proyectos y los participantes tampoco. Hemos sobrevivido con subvenciones y premios como el de la Fundación Nantik Lum, pero buscamos modelos sostenibles. También estamos trabajando en escalar el proyecto, formando nuevos mediadores culturales para ampliar el impacto de nuestra metodología.

¿Qué ha significado para vosotros ganar el Premio Avanza Joven?

Es un reconocimiento al valor de lo que hacemos y nos abre nuevas puertas. Estamos evaluando cómo invertir el premio para mejorar nuestros recursos técnicos y seguir creciendo. También nos ayuda a visibilizar nuestro trabajo y conectar con otras organizaciones interesadas en promover la inclusión a través del arte.

¿Qué consejo darías a jóvenes que quieran emprender en el ámbito cultural y social?

Que piensen primero en las personas a las que quieren impactar. No es solo qué haces, sino para quién lo haces. Nosotras elegimos el arte mural porque era lo que conocíamos, pero el impacto podría lograrse también a través del deporte, la música u otras disciplinas. Además, es importante que existan espacios que apoyen la experimentación sin precarizar el trabajo de quienes emprenden en este sector.

¿Cuáles son vuestros próximos pasos?

Queremos consolidar Lab Kulturika como una vía de sostenibilidad para Aula Kulturika y seguir expandiendo nuestra metodología a otros lugares. También estamos moviendo por diferentes espacios y ciudades de España el cortometraje Stories Off the Wall, que muestra el proceso creativo y emocional de los participantes de Aula Kulturika.

Si alguien quiere conocer más sobre vuestro trabajo o colaborar, ¿cómo puede hacerlo?

Nos pueden encontrar en Kamusa Studio en redes sociales y en nuestra web. Siempre estamos abiertas a nuevas colaboraciones y a compartir experiencias. La diversidad es la base de nuestro trabajo, y cuantas más perspectivas sumemos, mejor será el impacto que generemos.