Sin embargo, las posibilidades de alcanzar un acuerdo son prácticamente nulas, en medio de un escenario complejo tras la derogación del decreto 'ómnibus' que prorrogaba temporalmente este indicador.
Discrepancias entre las partes
En la última reunión, CEOE y Cepyme propusieron un incremento del 3%, equivalente a 34 euros, situando el SMI en 1.168 euros por 14 pagas. Esta cifra está alineada con el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que fija incrementos salariales del 3% tanto para 2024 como para 2025. Sin embargo, esta propuesta queda lejos de las recomendaciones del comité de expertos, que sugieren subidas de 3,44% (39 euros) o 4,41% (50 euros).
Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, valoró el reconocimiento de la patronal sobre la necesidad de subir el SMI, pero destacó que su propuesta es insuficiente. Además, expresó apoyo a medidas como elevar el mínimo exento de IRPF para evitar que los trabajadores con SMI tributen tras la subida, una medida respaldada por los sindicatos pero que enfrenta resistencia del Ministerio de Hacienda.
Por su parte, CCOO y UGT plantearon subidas aún más ambiciosas, de entre un 5% y un 6%, aunque no descartan aceptar la propuesta gubernamental si se garantizan condiciones como la exención fiscal para los trabajadores con menor renta.
Yolanda Díaz y la tensión con la patronal
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha posicionado a favor del incremento del 4,41% recomendado por los expertos, aunque admitió que preferiría "ir más lejos". En respuesta a las críticas del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, quien calificó de “poco seria” la pregunta sobre si el SMI actual es digno, Díaz señaló que estas posturas solo pueden justificarse desde la comodidad de un salario muy superior: "Qué fácil es decir esto cuando cobras 25 veces el SMI al mes. Esto sí que no es serio".
La declaración de Díaz surge en un contexto de críticas hacia las pequeñas empresas, donde Garamendi advirtió que muchos establecimientos, especialmente en áreas rurales, no podrían asumir incrementos mayores en los salarios.
España, sin SMI por primera vez
La situación se agrava debido a que España se encuentra temporalmente sin SMI, tras la no convalidación en el Congreso del decreto que prorrogaba este indicador junto con otras medidas, como ayudas al transporte y la subida de pensiones. El voto en contra de PP, Junts y Vox dejó al país en una situación inédita. A pesar de ello, el Ministerio de Trabajo aclaró que esta “desaparición abrupta” no afecta a los contratos vigentes, ya que estos salarios son considerados pactados y contractualizados.
Además, Trabajo instruyó que las nuevas contrataciones no pueden tomar como referencia un salario inferior al del SMI fijado en 2024 (1.134 euros). La Inspección de Trabajo vigilará de cerca que las empresas respeten esta medida.
El desafío de alcanzar un pacto
Según la legislación, el Gobierno tiene la responsabilidad de fijar el SMI cada año tras consultar con los agentes sociales. Sin embargo, la falta de consenso y el rechazo al decreto ‘ómnibus’ han dejado a España en un limbo jurídico. Mientras tanto, los sindicatos y la patronal siguen lejos de un punto medio que permita garantizar la revalorización del SMI para 2025.
Con un escenario en el que las negociaciones no avanzan y las posturas están divididas, la incertidumbre para los trabajadores y las empresas continúa, dejando al Gobierno la responsabilidad de buscar soluciones urgentes para evitar un impacto mayor en el ámbito laboral.