Empresas y emprendedores

La maraña normativa en España frena a empresas y emprendedores, según un informe de Mora-Sanguinetti

Un exceso de normas y su fragmentación entre comunidades autónomas dificultan el crecimiento económico, reducen el empleo en pymes y limitan la innovación

Empresas - jcomp
photo_camera Empresas - jcomp

La complejidad regulatoria en España se ha convertido en un obstáculo para el emprendimiento y la competitividad empresarial. Así lo advierte el economista Juan S. Mora-Sanguinetti, que en su último análisis señala que la densidad normativa y la fragmentación entre comunidades autónomas elevan los costes de cumplimiento y desincentivan tanto la creación de nuevas empresas como la innovación tecnológica.

Más de 400.000 normas en cuatro décadas

Desde el inicio de la democracia, el ordenamiento jurídico español ha generado más de 400.000 normas, de las cuales 11.775 se aprobaron solo en 2022, lo que equivale a 32 nuevas disposiciones cada día, una cada 45 minutos. El volumen de legislación se ha multiplicado por cuatro en comparación con los primeros años del periodo democrático.

Esta proliferación de normas refleja, en parte, el dinamismo de un Estado descentralizado y la necesidad de adaptar las directivas europeas, pero también provoca que las empresas, especialmente las pequeñas, se enfrenten a un entorno regulador cada vez más confuso y costoso.

Costes económicos y freno a la creación de empleo

El estudio indica que un aumento del 10 % en el volumen de regulación se traduce en una caída del 0,5 % en el empleo en las empresas con menos de diez trabajadores, las más vulnerables al exceso normativo. Además, la fragmentación normativa entre comunidades autónomas incrementa las dificultades para operar en varias regiones a la vez, lo que restringe la expansión territorial de muchas compañías.

Según el análisis, las pymes son las más perjudicadas, ya que carecen de departamentos jurídicos capaces de gestionar la complejidad regulatoria.

Impacto en la innovación y en la sostenibilidad

La sobrecarga normativa no solo afecta a la creación de empresas, sino también a su capacidad de innovar e invertir en nuevas tecnologías. Aunque algunas regulaciones, como las ambientales, pueden estimular la transición hacia tecnologías limpias, su eficacia depende de la coherencia entre disposiciones nacionales y autonómicas. Cuando estas normas son contradictorias o poco claras, generan incertidumbre y tienen un efecto desincentivador.

La necesidad de un marco más eficiente

Para Mora-Sanguinetti, el objetivo no es reducir la regulación a cualquier precio, sino avanzar hacia un marco regulador más claro, coordinado y evaluado. Propone reforzar los análisis de impacto normativo, simplificar procesos y evitar duplicidades entre administraciones para crear un entorno más dinámico, accesible y favorable a la innovación.

La conclusión del informe es clara: “La regulación es necesaria, pero debe estar bien diseñada y coordinada”. Reducir la maraña normativa no solo aliviaría costes a las empresas existentes, sino que también fomentaría la entrada de nuevos proyectos, impulsando la productividad y el crecimiento económico en España.