La Comunidad de Madrid ha destinado 1,5 millones de euros desde 2016 para modernizar más de un centenar de pastelerías artesanas, apoyando así la mejora tecnológica y comercial de 140 pequeñas y medianas empresas del sector distribuidas en toda la región.
El objetivo es impulsar la competitividad del comercio tradicional y preservar una de las señas de identidad gastronómicas más queridas por los madrileños.
Así lo ha anunciado hoy la consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío Albert, durante su visita a La Fornata, una pastelería familiar madrileña con 12 empleados que desde 2008 se ha especializado en productos de repostería tradicional como la bollería y las torrijas. Este establecimiento cuenta con el Sello de Pastelería Artesana, una nueva distinción de calidad impulsada por el Ejecutivo autonómico en colaboración con ASEMPAS, la asociación más representativa del sector.
“Queremos poner en valor estos negocios que forman parte del alma de nuestros barrios, especialmente en fechas tan señaladas como la Semana Santa”, ha subrayado Albert.
Torrijas, monas y tradición: la Semana Santa madrileña se endulza
Este 2025, la campaña de Cuaresma y Semana Santa dejará cifras récord en la región: más de siete millones de torrijas se consumirán en los hogares madrileños, junto a cerca de un millón de huevos, monas y figuritas de Pascua, además de otros dulces típicos como pestiños o bartolillos. Estas delicias son elaboradas por las casi 600 pastelerías artesanas que conforman el tejido repostero regional.
El comercio minorista de panadería y confitería representa un sector clave en la economía madrileña, con más de 9.300 profesionales empleados en 3.140 establecimientos especializados. Gracias al plan de ayudas y a la visibilidad del nuevo sello de calidad, la Comunidad de Madrid busca garantizar su sostenibilidad y adaptación a los nuevos hábitos de consumo.
