El tejido empresarial madrileño ha alzado la voz contra las actuales restricciones al uso de dinero en efectivo en España.
A través de Madrid Foro Empresarial, los empresarios de la región reclaman una revisión urgente de la normativa vigente y proponen elevar el límite máximo de pagos en metálico de los 1.000 euros actuales a 3.000 euros, una cifra que consideran más realista en el actual contexto económico.
Hilario Alfaro, presidente de la organización, denuncia que “con la vida tan cara como está, mil euros ya no permiten lo mismo que hace unos años”. El encarecimiento sostenido del coste de vida —con una inflación acumulada superior al 15% en los últimos tres años— ha mermado considerablemente el valor del efectivo. “Necesitamos regulaciones que no asfixien al empresario ni limiten la libertad de los consumidores”, subraya.
España, entre los países con mayores restricciones al uso del efectivo
España figura hoy entre los países de la Unión Europea con la normativa más restrictiva en cuanto a pagos en efectivo. El umbral actual, fijado en 1.000 euros, contrasta con los 5.000 euros permitidos en Italia, los 3.000 euros en Portugal o la ausencia de límite legal en Alemania, donde solo se exige identificación en pagos superiores a cierta cuantía. Francia impone el mismo límite que España a sus residentes, aunque permite hasta 10.000 euros para turistas.
A partir de 2027, entrará en vigor una normativa europea que establece un límite común de 10.000 euros en toda la UE, aunque permitirá a los Estados miembros imponer límites inferiores si así lo deciden. Esta medida busca prevenir el fraude fiscal y armonizar los marcos legales de los países comunitarios, pero según los empresarios madrileños, también puede derivar en un excesivo intervencionismo si no se ajusta a la realidad del día a día empresarial.
“El efectivo es libertad y una red de seguridad en tiempos de crisis”
Además de los efectos económicos, desde Madrid Foro Empresarial se advierte del riesgo de eliminar progresivamente el uso del efectivo en favor del euro digital que impulsa Bruselas. Alfaro recuerda que “el dinero físico sigue siendo esencial, especialmente en momentos de crisis o fallos tecnológicos, como se vio con el reciente apagón eléctrico”.
“El efectivo es una garantía de libertad y autonomía para ciudadanos y empresas. Lo que se propone con el euro digital no es dinero, es un instrumento de control social”, afirma con rotundidad el representante empresarial.
Petición de diálogo urgente
Ante este escenario, Madrid Foro Empresarial reclama al Gobierno central que abra un canal de diálogo real y permanente con el tejido productivo. “La lucha contra el fraude es necesaria, pero no puede hacerse a costa de ahogar al empresario que cumple ni al consumidor que quiere decidir cómo paga”, concluye Alfaro.
El colectivo insiste en que es posible encontrar un equilibrio entre transparencia fiscal y flexibilidad económica, siempre que las decisiones normativas se tomen con datos, contexto y una escucha activa de quienes generan empleo y riqueza en el país.
