Día Internacional de la Danza

El Museo del Prado rinde homenaje a la danza con Antonio Najarro

El Museo del Prado celebró el 29 de abril con una performance sin precedentes en sus salas de escultura clásica, uniendo la danza española con la grandeza del arte grecolatino
Antonio Najarro en la sala de la escultura 
'Ariadna dormida' del Museo del Prado
photo_camera Antonio Najarro en la sala de la escultura 'Ariadna dormida' del Museo del Prado

En una fusión inédita entre el arte clásico y el lenguaje corporal más expresivo, el Museo Nacional del Prado ha conmemorado el Día Internacional de la Danza con una intervención artística protagonizada por el prestigioso coreógrafo Antonio Najarro. La performance, concebida como un homenaje a la danza española desde el corazón de la cultura clásica, se convierte en un hito en la historia del museo al integrar movimiento, música y escultura en una experiencia estética única.

Sobre el evocador Invierno de Vivaldi, interpretado por el violinista Ara Malikian y la Orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, Najarro despliega una coreografía intimista, ejecutada con precisión y sensibilidad en el entorno de las esculturas grecolatinas del Prado. Con castañuelas blancas, gestos refinados y un vestuario de inspiración grecolatina diseñado por Yaiza Pinillos, el bailarín convierte las galerías silenciosas en un espacio lleno de emoción, ritmo y simbolismo.

Las esculturas de figuras mitológicas como Diadúmeno, Fauno del cabrito, Ménades, Hypnos o Ariadna dormida se convierten en interlocutores de un diálogo artístico que trasciende el tiempo. A través de una danza cuidadosamente estructurada, Antonio Najarro da cuerpo al alma del mármol, desdibujando la frontera entre la quietud de la escultura y la vivacidad del movimiento humano.

"Mis anteriores acciones en el Prado han estado vinculadas a la pintura, pero esta vez hemos querido llevar la energía de la danza y la emoción de las castañuelas a la sala de esculturas", explica Najarro. En su intervención, el coreógrafo —galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes— destaca la capacidad de la danza para reactivar el legado del arte clásico y reinterpretarlo desde la contemporaneidad.

La propuesta, difundida a través de las redes sociales del Museo del Prado, ha sido concebida como un puente entre distintas disciplinas artísticas y una reflexión sobre el poder atemporal del arte para conmover y unir sensibilidades. La música barroca de Vivaldi, los ecos flamencos de las castañuelas y el lenguaje corporal de la danza española se funden con la solemnidad del mármol, en un acto que subraya el valor cultural de la danza como patrimonio vivo.

Con esta iniciativa, el Museo del Prado se suma activamente a la celebración internacional del Día de la Danza, proyectando una imagen innovadora de sus espacios y apostando por el diálogo entre las artes. Una propuesta que, más allá de su valor artístico, contribuye al posicionamiento cultural de la danza española en escenarios patrimoniales de primer nivel, y fortalece su visibilidad como forma de arte esencial.