La creciente tensión entre el Gobierno de España, el Partido Popular, AENA y Ryanair ha abierto un nuevo frente de conflicto que amenaza con afectar de lleno al turismo español y a la conectividad aérea de amplias zonas del país. El Madrid Foro Empresarial ha mostrado su “profunda preocupación” por las consecuencias económicas y sociales de esta disputa, especialmente para la Comunidad de Madrid y para la llamada “España despoblada”.
La controversia estalló tras la decisión de AENA de aplicar una subida del 6,5 % en las tasas aeroportuarias a partir de 2026, una medida avalada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En respuesta, Ryanair ha anunciado un recorte de más de un millón de asientos este invierno, que incluye el cierre de operaciones en Vigo y Tenerife Norte, la retirada de sus dos aviones en Santiago de Compostela, y fuertes reducciones en otras ciudades: Zaragoza (-45 %), Santander (-38 %), Asturias (-16 %) y Vitoria (-2 %). Estas cancelaciones se suman a las 800.000 plazas eliminadas meses atrás.
El Partido Popular ha endurecido su discurso contra el Ejecutivo y el gestor aeroportuario, acusándolos de provocar una “sangría de pasajeros y rutas” y reclamando paralizar la subida de tasas y renegociar el DORA III (2027-2031). Desde el Gobierno, en cambio, se acusa a Ryanair de emplear “estrategias de extorsión” y se defiende que las tarifas en aeropuertos regionales se mantienen por debajo de la media nacional, subrayando que las decisiones de la aerolínea obedecen a intereses puramente comerciales.
“El turismo no puede depender de un turoperador como AENA”
El presidente de Madrid Foro Empresarial, Hilario Alfaro, ha sido tajante: “El turismo español no puede depender de un turoperador como AENA ni estar condicionado por las decisiones arbitrarias de una aerolínea”. La organización empresarial considera que el verdadero problema radica en el monopolio de AENA, que genera desequilibrios y cuya gestión, aseguran, ha mostrado importantes carencias, como el caos vivido este verano en Barajas.
Aunque reconocen que Ryanair no es la compañía más agradable, Alfaro y su equipo destacan que en muchos territorios es la única que garantiza conectividad, lo que coincide con la estrategia de Turespaña de diversificar destinos más allá de los grandes hubs.
Desde el tejido empresarial madrileño se reclama un modelo de gestión más equilibrado y abierto, que fomente la competencia real y evite que el turismo español quede en medio de disputas políticas o intereses comerciales.