El dueño del bar ‘Chipirón II’, ubicado en el número 225 de la calle Príncipe de Vergara (Madrid), fue detenido este sábado después de atrincherarse armado en su local, autolesionarse con un cuchillo y protagonizar un violento episodio que obligó a la intervención urgente de la Policía Nacional. El incidente, ocurrido a plena hora del aperitivo, dejó en shock a vecinos y clientes habituales.
Según fuentes policiales, fue un vecino quien alertó al 091 al ver al hombre causándose heridas con un cuchillo de grandes dimensiones en el interior del establecimiento. Cuando los agentes llegaron, el propietario —uno de los dos hermanos que regentan este bar muy conocido en la zona— rompió desde dentro una ventana utilizando un casco de moto, en un intento de intimidación que elevó la tensión del operativo.
Un episodio inesperado en un bar habitual del barrio
El establecimiento, frecuentado por vecinos de la zona y considerado un local de referencia en Príncipe de Vergara, permanecía abierto en el momento de los hechos, lo que aumentó la sensación de desconcierto entre quienes presenciaron parte del suceso desde la calle.
Los vecinos coinciden en la misma palabra para describir lo ocurrido: extrañeza. El comportamiento del detenido, que no había protagonizado incidentes previos conocidos, sorprendió incluso a clientes habituales del bar.
Violento enfrentamiento y detención
Las primeras informaciones apuntan a un enfrentamiento violento entre el propietario atrincherado y los agentes, que trataron de reducirle sin causar más daños ni permitir que se hiciera nuevas heridas.
Finalmente, la Policía Nacional consiguió acceder con seguridad al local y detener al hombre, que fue trasladado para recibir atención médica por las autolesiones antes de pasar a disposición policial.
Investigación abierta
La Policía Nacional ha abierto una investigación para determinar los motivos que llevaron al detenido a atrincherarse y amenazar a los agentes. Por el momento, se le atribuye un delito de amenazas, aunque no se descarta que puedan sumarse otros cargos conforme avance la instrucción.
Los vecinos esperan que se esclarezca pronto lo sucedido y que el incidente no afecte a la normalidad de un local que forma parte del tejido social del barrio.
