Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre de 73 años en la capital por grabar de manera oculta a mujeres bajo sus faldas en las escaleras mecánicas del Metro de Madrid. El arresto tuvo lugar el jueves por la noche en la calle Arturo Soria, a la altura del número 330, cerca de la estación de Pinar de Chamartín, según ha confirmado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La detención se produjo de forma fortuita cuando una patrulla de la comisaría de Ciudad Lineal asistía a una persona que se encontraba tirada en la vía pública. En ese momento, los agentes observaron cómo un individuo se acercaba a la escena e intentaba grabar con su teléfono móvil de manera encubierta.
Los agentes le solicitaron que mostrara la galería de imágenes de su teléfono, y fue entonces cuando, de forma accidental, accedieron a un vídeo en el que se podía ver claramente al detenido grabando por debajo de la falda de una mujer en una estación de Metro. La grabación dejaba expuesta la ropa íntima de la víctima, sin su consentimiento.
Al continuar con la revisión del dispositivo, la Policía encontró múltiples vídeos similares, algunos de ellos con posibles víctimas menores de edad, lo que agravaría la situación legal del arrestado. Ante tales pruebas, el hombre fue detenido inmediatamente y acusado de un delito contra la intimidad.
Según fuentes policiales, el detenido, de nacionalidad española y origen argentino, alegó que los vídeos eran para su uso personal y que no tenía intención de compartirlos. También manifestó que “tenía un problema con las mujeres”, según recoge el diario El Mundo.
Actualmente, el sospechoso ya ha sido puesto a disposición judicial. La investigación sigue abierta con el objetivo de determinar el número de víctimas, confirmar si hay menores implicadas y descartar que los vídeos hayan sido difundidos o que existan otras personas involucradas en este delito.
La Policía Nacional ha recordado que este tipo de actos, además de constituir un atentado grave contra la intimidad y la dignidad de las personas, puede suponer penas de prisión si las víctimas son menores de edad o si se demuestra una intención de distribución del material grabado.