Cierre clandestino

Clausuran en Coslada una clínica estética ilegal con fármacos caducados y sin licencia sanitaria

La Policía Nacional cierra en Coslada una clínica estética clandestina que operaba con medicamentos caducados y sin titulación profesional acreditada

Coche de Policía - Imagen de archivo de la Policía Nacional
photo_camera Coche de Policía - Imagen de archivo de la Policía Nacional

La Policía Nacional ha clausurado en Coslada (Madrid) una clínica estética que operaba sin autorización sanitaria y que ofrecía tratamientos médicos a precios muy bajos. El establecimiento, gestionado por una mujer sin titulación profesional acreditada, fue objeto de una investigación que reveló el uso de medicamentos caducados y de productos no autorizados para su venta en la Unión Europea.

La operación contó con la colaboración de las Áreas de Inspección de Centros Sanitarios y de Control de Farmacia de la Comunidad de Madrid, y concluyó con la detención de la responsable del local.

Investigación iniciada en julio

Las pesquisas comenzaron en julio de 2025, tras una denuncia recibida a través del teléfono de atención 24 horas (628.711.298) de la sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la Comisaría General de Policía Judicial.

Las primeras indagaciones confirmaron que en el municipio madrileño se ofrecían tratamientos médicos sin supervisión profesional, lo que levantó sospechas sobre la legalidad del centro.

Publicidad engañosa en redes sociales

El negocio utilizaba redes sociales como principal herramienta de promoción, ofreciendo servicios a precios muy inferiores a los habituales en el sector. Esta estrategia captaba diariamente a un elevado número de clientes, muchos de los cuales desconocían los riesgos asociados a la falta de garantías sanitarias y a la inexperiencia de la persona que realizaba los procedimientos.

Medicamentos caducados y productos ocultos

El 16 de julio, los agentes inspeccionaron el local junto con técnicos sanitarios. Allí hallaron medicamentos almacenados de forma inadecuada, escondidos en un armario tras un biombo publicitario, y una maleta con numerosos viales caducados.

Entre los productos intervenidos se encontraban toxina botulínica, ácido hialurónico, agujas, jeringas y otros fármacos, todos sin las debidas garantías higiénico-sanitarias ni permisos oficiales.

Riesgo para la salud pública

La utilización de productos caducados y sin control médico supone un grave riesgo para la salud de los pacientes, que pueden sufrir reacciones adversas, infecciones o complicaciones médicas. Por ello, las autoridades subrayan la importancia de acudir únicamente a centros autorizados y profesionales acreditados para este tipo de tratamientos.

Con el cierre de esta clínica clandestina, la Policía Nacional reitera su compromiso con la protección de la salud pública y anima a los ciudadanos a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con servicios médicos o estéticos ilegales.