El verano arranca con preocupación en la sanidad pública madrileña. El sindicato SATSE Madrid ha denunciado este lunes que la falta de personal de enfermería, sumada al cierre de casi el 30 % de las camas hospitalarias, anticipa un periodo estival “muy complicado” para pacientes y profesionales.
Según los datos recogidos por el propio sindicato, al menos 1.539 camas hospitalarias quedarán cerradas en agosto, el mes más afectado por los recortes asistenciales. A esta situación se suma la escasez estructural de enfermeras para cubrir las sustituciones por vacaciones, bajas o reducciones de jornada.
Contrataciones similares a las de 2024, pese al caos del año pasado
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha confirmado que las contrataciones previstas para este verano serán similares a las del año pasado, una estrategia que SATSE ya calificó de “insuficiente y desorganizada”.
“El verano de 2024 fue caótico. Este año volverá a pasar lo mismo porque no hay personal suficiente ni bolsa de contratación activa”, denuncian desde SATSE Madrid.
El sindicato advierte de que muchos hospitales comunicarán haber cubierto los puestos previstos, pero no incluirán las bajas imprevistas, días libres ni reducciones de jornada, lo que obliga al personal en activo a asumir sobrecargas laborales y jornadas prolongadas, aumentando el riesgo de errores y el estrés profesional.
Cierre masivo de camas en los grandes hospitales públicos
Entre los centros más afectados por el cierre de camas se encuentran algunos de los referentes del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS):
- Hospital La Paz: 397 camas cerradas en agosto
- Ramón y Cajal: 297 camas
- 12 de Octubre: 267 camas
- Clínico San Carlos: 213 camas
- Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares): 167 camas
- Hospital de Getafe: 97 camas
- Niño Jesús: 38 camas
- Hospital del Henares (Coslada): 63 camas
SATSE subraya que los cierres no se limitan al mes de agosto, sino que comienzan ya en junio y se prolongan en algunos hospitales hasta octubre, dificultando la atención a pacientes y saturando los servicios disponibles.
Enfermeras que se marchan: contratos más estables y mejores condiciones en otras comunidades
Otro de los motivos de esta situación crítica es la fuga de profesionales sanitarios. “Muchas enfermeras prefieren trabajar en otras comunidades donde se ofrecen mejores contratos, estabilidad laboral, mayores retribuciones y un menor coste de vida que en Madrid”, señala el sindicato.
El problema, según SATSE, no es nuevo, pero sí cada vez más grave: la falta de planificación y la ausencia de incentivos para atraer y retener talento sanitario están provocando que la bolsa de contratación esté agotada, dificultando la reposición de efectivos incluso en centros de referencia.
“No es solo un problema de recursos humanos, es una cuestión de salud pública. No podemos seguir funcionando al límite todos los veranos”, concluyen desde el sindicato.
