Las fiestas del 2 de mayo en Móstoles cuentan este año con una novedad en su amplio despliegue de seguridad: la distribución de pulseras ‘centinela’, una herramienta que permite detectar de forma inmediata sustancias químicas disueltas en bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, con el fin de prevenir la sumisión química.
Estas pulseras, disponibles en el punto de información contra la violencia de género instalado en el recinto festivo, realizan un test rápido que alerta en segundos si una bebida ha sido adulterada. Están diseñadas para evitar situaciones en las que se anule la voluntad de una persona mediante el uso de drogas con fines delictivos, especialmente en contextos de ocio nocturno.
Junto a las pulseras, el Ayuntamiento también reparte cubre vasos y llaveros disuasorios, otros elementos orientados a reducir el riesgo de agresiones sexuales y fomentar un ambiente seguro durante las celebraciones.
Un paso más en la prevención
El reparto de estos dispositivos forma parte de una estrategia municipal más amplia que busca reforzar la seguridad y concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de actuar ante cualquier signo de violencia o conducta sospechosa. Desde el consistorio insisten en que la lucha contra la violencia de género y la protección de los espacios festivos para todas las personas son prioridades fundamentales.
Esta medida, que ya se ha implantado en otros municipios en fechas señaladas, se estrena ahora en las fiestas patronales de Móstoles como parte de un plan de acción que combina prevención, sensibilización y atención directa.