Más de 700 personas, entre usuarios y profesionales de las 25 residencias públicas gestionadas por la Comunidad de Madrid, han participado este martes en la XII Marcha de Mayores, una cita consolidada que promueve el ejercicio físico y el envejecimiento activo como pilares del bienestar en la tercera edad. El evento se ha celebrado en el Parque Juan Carlos I, uno de los pulmones verdes de la capital, con un recorrido de dos kilómetros diseñado para todas las condiciones físicas.
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha acompañado a los participantes durante la jornada y ha lanzado un mensaje motivador: “La vida hay que disfrutarla al máximo. Nunca es tarde para seguir aprendiendo, encontrar nuevas motivaciones y mantenerse activos”. En sus palabras, ha reivindicado la importancia de “mantener la energía y las ganas” como forma de mejorar la calidad de vida en la vejez.
La iniciativa, impulsada por la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), se enmarca dentro de la política regional de promoción del envejecimiento saludable y las relaciones sociales entre los residentes. Según ha recordado la consejera, la AMAS ofrece a lo largo del año un amplio abanico de actividades que van desde visitas culturales hasta eventos deportivos y experiencias sensoriales.
Entre las más destacadas se encuentran las granja itinerantes, que convierten patios y jardines de las residencias en pequeños espacios de contacto con animales, promoviendo la estimulación cognitiva y emocional de los mayores. También se celebran unas particulares olimpiadas intercentros, donde los residentes compiten en distintas disciplinas lúdicas y deportivas, fomentando la autoestima y el trabajo en equipo. Las excursiones culturales a museos y exposiciones completan una programación que busca mantener el cuerpo activo y la mente despierta.
Con actividades como la Marcha de Mayores, el Gobierno regional refuerza su compromiso con una atención social centrada en la persona, que va más allá de los cuidados básicos y apuesta por la participación, la autonomía y el disfrute del tiempo libre en esta etapa vital.
Una marcha con impacto social y emocional
La marcha no solo ha tenido un componente físico, sino también emocional y comunitario. Durante la jornada se han vivido momentos de reencuentro entre residentes de distintos centros, así como entre profesionales sociosanitarios que trabajan en red dentro del sistema público de residencias.