Con motivo del Día Mundial contra las Drogas, la Comunidad de Madrid ha reafirmado su compromiso en la lucha contra las adicciones con un ambicioso Plan Regional contra las Drogas 2024-2027, que incorpora 75 medidas estructuradas en cuatro ejes estratégicos: prevención, asistencia, reinserción y vigilancia. La inversión asciende a 200 millones de euros, con participación de todas las consejerías del Ejecutivo autonómico y una hoja de ruta orientada a combatir tanto las adicciones tradicionales como las emergentes, incluidas las comportamentales, como el juego online y los videojuegos.
Adicciones sin sustancia y cambio en el perfil juvenil
Uno de los grandes retos del plan es el cambio en el perfil del paciente joven, que comienza a consumir a edades más tempranas y en patrones cada vez más problemáticos como el “consumo por atracón”. La doctora Mercedes Navío, coordinadora regional de Salud Mental y Adicciones, alerta de que “está cambiando el perfil de inicio al consumo de sustancias entre los jóvenes, y se observa un notable aumento de las adicciones comportamentales”.
El estudio regional indica que el 92,3% de los menores de 20 años en tratamiento por uso de sustancias lo hace por consumo de cannabis, una droga que, según las encuestas, se percibe como menos peligrosa que el alcohol o el tabaco, lo que agrava el riesgo.
Una red asistencial consolidada y en expansión
La Comunidad de Madrid dispone de una Red Asistencial de Adicciones robusta, con:
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24 centros ambulatorios (CTA/CAID)
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102 plazas hospitalarias
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180 plazas residenciales
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Un centro de orientación laboral
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Un servicio móvil de reducción de daños
Durante 2024, se atendieron 14.163 pacientes, el 76% hombres con una media de edad de 43 años. El 46% presentaba una trayectoria adictiva superior a los 20 años y el 38% mostraba trastornos mentales concurrentes, lo que evidencia la necesidad de coordinación con salud mental para casos de trastorno dual.
Prevención desde la escuela y nuevas normativas
48 de las 75 medidas del plan se enfocan en prevención, con especial atención al ámbito educativo. Entre las acciones más destacadas se encuentran:
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Talleres específicos para alumnos de 3º y 4º de ESO
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Formación al profesorado
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Materiales didácticos sobre los riesgos del cannabis
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Instalación de buzones de alerta anónimos (físicos y digitales)
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Campañas informativas con personalidades del deporte
Además, se ha reforzado la normativa sobre derivados del cannabis, incluyendo la prohibición de venta a menores y restricciones a su publicidad.
Atención y reinserción: un enfoque integral
En el ámbito asistencial, el plan incorpora:
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Ampliación de la Red de Atención Ambulatoria
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Nuevas unidades de patología dual
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Hospital de Día para adolescentes
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Servicio 012 ‘Contra las Drogas’ activo 24/7 con 19 profesionales
La reinserción social y laboral se articula a través de programas de vivienda y empleo personalizado, incluyendo actividades de ocio saludable y formación profesional para pacientes en proceso de recuperación.
Vigilancia, control y análisis territorial
En el eje de vigilancia e inspección, se han desplegado:
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Equipos de detección para policías locales
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Sistemas de análisis de nuevas sustancias en urgencias hospitalarias
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Herramientas de geolocalización y análisis de datos para identificar zonas de alto riesgo
La iniciativa ‘Tu casa libre de drogas’ permitirá detectar situaciones irregulares de venta o consumo habitual en entornos residenciales.
Coordinación socio-sanitaria y atención a víctimas
Todos los CTA/CAID incluyen profesionales del trabajo social, lo que garantiza una respuesta coordinada con los servicios sociales. Además, se ha reforzado la atención a víctimas en entornos de violencia familiar vinculada a la drogadicción, mediante intervención familiar especializada y colaboración con las Oficinas de Atención a Víctimas del Delito.
Un modelo de salud pública centrado en la persona
El Plan Regional contra las Drogas de la Comunidad de Madrid se basa en un enfoque integral y centrado en la persona, que no solo aborda el tratamiento de la adicción, sino que acompaña al paciente en su proceso de reconstrucción vital. La clave del éxito, según la doctora Navío, está en “la integración funcional con salud mental, la personalización del tratamiento y la coordinación entre instituciones”.
Con más del 82% de las medidas ya cumplidas o en marcha, el plan marca una apuesta decidida por una respuesta eficaz, moderna y ética ante uno de los problemas sociales y sanitarios más persistentes de nuestro tiempo.