Informe ESTUDES 2025

Los jóvenes fuman menos tabaco y cannabis, pero el vapeo se dispara entre adolescentes

El Informe ESTUDES 2025 confirma mínimos históricos en consumo de tabaco y cannabis en menores, pero alerta del auge del cigarrillo electrónico.

 

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El consumo de tabaco y cannabis entre adolescentes en España alcanza mínimos históricos, pero no porque los jóvenes hayan abandonado el hábito de fumar, sino porque lo han transformado. El Informe ESTUDES 2025 revela que cada vez menos estudiantes de entre 14 y 18 años recurren a formas tradicionales de consumo, mientras casi la mitad (49,5%) ha utilizado cigarrillos electrónicos en el último año, consolidando una tendencia al alza pese a ser una práctica cuyos efectos a largo plazo aún se desconocen.

Los datos del Ministerio de Sanidad, elaborados junto al Plan Nacional sobre Drogas, muestran un descenso continuado desde el inicio de la serie estadística. Solo el 27% de los jóvenes afirma haber fumado tabaco alguna vez y el 21% cannabis, cifras que se reducen al 16% y 12% respectivamente cuando se analiza el último mes.

Tabaco y cannabis caen, el vaper sube

El vapeo se ha convertido en la alternativa preferida para una generación que percibe menor riesgo en los cigarrillos electrónicos. Antonio Peña, médico especialista en adicciones de Esvidas, lo resume con claridad: “Los jóvenes no han dejado de fumar, simplemente han cambiado la forma de hacerlo”.

Los motivos que explican este auge son múltiples:

  • El vaper es presentado con sabores atractivos y colores llamativos diseñados para captar la atención adolescente.

  • Existe desinformación social que lo vincula erróneamente con una herramienta para dejar de fumar.

  • El etiquetado “sin nicotina” induce a muchos jóvenes a asumirse libres de riesgo.

  • Su uso es discreto y fácil de ocultar, a diferencia del tabaco tradicional.

Margarita de la Paz, psicóloga de Esvidas, insiste en que la industria "juega con la inocencia" de los más jóvenes: “Vemos más vapers y menos tabaco no porque consuman menos, sino porque consumen diferente”.

Riesgos y falta de investigación concluyente

Aunque los estudios aún son limitados, los expertos recuerdan que el cigarrillo electrónico no es un producto inocuo. Puede contener entre 600 y 700 compuestos tóxicos, algunos cancerígenos, además de metales pesados como níquel o aluminio. A esto se suma el riesgo de adicción, tanto química por nicotina como conductual por el gesto repetitivo mano-boca.

Peña advierte: “Aunque falta investigación a largo plazo, ya sabemos que existen riesgos reales asociados al vapeo”.

Propuestas para frenar la tendencia

Los especialistas reclaman medidas que frenen el avance del vapeo entre menores y reduzcan su atractivo:

  • Prohibir sabores y diseños llamativos.

  • Limitar publicidad y presencia en redes sociales.

  • Restringir la venta cerca de centros educativos e incrementar impuestos.

El objetivo, señalan, debe ir más allá de alarmar y centrarse en prevención, regulación y concienciación realista, con campañas dirigidas al público juvenil y a familias.