El presidente de CSIF Madrid, Francisco Camarillo, ha trasladado hoy al Partido Popular de Madrid su preocupación por el futuro de las mutualidades administrativas Muface, Mugeju e Isfas, que atienden a más de 260.000 mutualistas en la Comunidad de Madrid. La desaparición de este modelo, prevista para el próximo 1 de enero, llevaría a los beneficiarios a ser atendidos exclusivamente en la sanidad pública, lo que podría generar un impacto significativo en el sistema sanitario.
Impacto económico y asistencial
Camarillo advirtió que este cambio supondría un incremento del gasto público anual de 1.214 millones de euros y un aumento considerable de la presión asistencial, especialmente en atención primaria, un servicio que ya enfrenta serias tensiones en la región.
“El traspaso de estos empleados públicos al INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) agravará los problemas estructurales de la sanidad pública, especialmente en atención primaria, que no cuenta con recursos suficientes para absorber esta nueva carga”, afirmó el presidente de CSIF Madrid.
Iniciativas para preservar el sistema
En una reunión con Alfonso Serrano, secretario general del PP madrileño, e Inmaculada Sanz, vicesecretaria de Sectorial del partido, Camarillo solicitó que la formación impulse iniciativas parlamentarias para frenar la desaparición del mutualismo administrativo y reafirme su apoyo a este modelo a través de una declaración institucional en la Asamblea de Madrid.
Además, desde CSIF Madrid se ha enviado una carta a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y a los líderes de las formaciones con representación parlamentaria, destacando la importancia de este sistema en la sostenibilidad del servicio sanitario público y en la calidad asistencial.
Un modelo en peligro
La desaparición de las mutualidades administrativas no solo afecta a los mutualistas, sino que también supone un cambio estructural en la gestión de los recursos sanitarios en España. CSIF Madrid alertó sobre las consecuencias negativas de esta medida y reiteró su compromiso en la defensa del modelo actual.
Por su parte, el PP de Madrid se comprometió a estudiar las propuestas y explorar posibles vías para evitar la desaparición de este sistema que afecta tanto a empleados públicos como a la sanidad pública en general.