El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandonó este domingo la recepción del Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional poco antes de las 14:00 horas, tras saludar a los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. Su salida anticipada se debe a su viaje oficial a Egipto, donde este lunes asistirá a la firma del acuerdo de paz que pondrá fin a la guerra en Gaza.
Una presencia breve en la recepción del 12 de octubre
Sánchez acudió al tradicional acto en el Palacio Real de Madrid, al que asistieron más de un millar de invitados, entre autoridades, representantes institucionales, embajadores, deportistas y miembros de la sociedad civil.
El presidente permaneció en el evento el tiempo justo para cumplir con el saludo protocolario a los Reyes y sus hijas, antes de abandonar discretamente la recepción para ultimar los detalles de su inminente viaje internacional.
Este año, la recepción tuvo un carácter especial, ya que fue la primera en la que participó la Infanta Sofía tras alcanzar la mayoría de edad el pasado mes de abril.
Viaje a Egipto para asistir a la firma del acuerdo de paz
Según fuentes de Moncloa, Pedro Sánchez viajará este lunes a la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh para asistir a la ceremonia de firma del acuerdo que pondrá fin al conflicto entre Israel y Hamás.
El acto, previsto para el mediodía, contará con la participación de Estados Unidos, Egipto, los principales países árabes y varias naciones europeas.
El evento está organizado por el Gobierno egipcio, que actúa como anfitrión y mediador en el proceso de paz. Fuentes diplomáticas han confirmado que España ha desempeñado un papel activo en el impulso del diálogo internacional para frenar la escalada bélica en Oriente Medio.
Un acuerdo histórico para Oriente Medio
El acuerdo de paz, impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, prevé la liberación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás y la retirada progresiva de las tropas de Israel de la Franja de Gaza, tras meses de conflicto.
El texto también contempla garantías humanitarias y de reconstrucción bajo la supervisión de organismos internacionales, así como el compromiso de los países firmantes para mantener la estabilidad regional.
Sánchez participará en la ceremonia junto a otros líderes internacionales, en un evento que podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio político del Mediterráneo y Oriente Medio.
España refuerza su papel diplomático
Fuentes gubernamentales destacan que la presencia de Sánchez en Egipto responde a la voluntad del Ejecutivo español de fortalecer su perfil en la diplomacia internacional.
En los últimos meses, España ha intensificado su actividad exterior en el ámbito de los derechos humanos y la mediación internacional, y ha reiterado su apoyo a una solución pacífica y duradera en Palestina, basada en el principio de dos Estados.
Moncloa considera que la firma de este acuerdo es una oportunidad para “abrir una nueva etapa de paz y cooperación en Oriente Medio”, en la que España “aspira a desempeñar un papel relevante” en la reconstrucción humanitaria de Gaza.
Contexto político y diplomático
El viaje a Egipto se produce en un momento de alta tensión política en España, tras las investigaciones judiciales sobre casos de corrupción que afectan al entorno socialista y la presión de la oposición durante la próxima sesión de control.
A pesar de este contexto interno, el Gobierno ha querido destacar que la participación en el acuerdo de paz “trasciende las diferencias políticas” y representa un compromiso del Estado español con la paz y la estabilidad internacional.
Una jornada marcada por el simbolismo
El abandono de Sánchez de la recepción del Palacio Real se produjo en una jornada marcada por el desfile militar del 12 de octubre, presidido por Felipe VI y la Reina Letizia, acompañados por sus hijas.
Tras el acto en el Paseo del Prado, los Reyes presidieron la recepción en el Salón del Trono, en la que se dieron cita autoridades nacionales y extranjeras, así como los alcaldes de los municipios afectados por la dana, invitados de honor este año.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno ya ponía rumbo a los preparativos de un viaje que, según fuentes diplomáticas, refleja el compromiso de España con el multilateralismo y la paz global.