El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha consolidado oficialmente el giro ideológico del PP en materia de aborto, marcando una posición inédita en el partido al garantizar el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo “con la mejor atención médica y psicológica, conforme a la ley”. Con esta declaración escrita, Feijóo busca cerrar cualquier debate interno y frenar la ofensiva política del Gobierno, que en los últimos días había aprovechado las discrepancias dentro del partido.
Feijóo fija una posición clara tras años de ambigüedad
El nuevo posicionamiento supone un cambio histórico en el PP, que durante más de una década evitó pronunciarse con claridad sobre el aborto. Desde el recurso al Tribunal Constitucional contra la ley de plazos de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 hasta la tímida reforma de 2014 bajo el Gobierno de Mariano Rajoy, la formación conservadora había mantenido un discurso ambiguo, atrapada entre su base más liberal y los sectores católicos más tradicionales.
Feijóo rompe con esa tradición y asume el riesgo de incomodar a parte de su electorado, ya que, según datos del CIS, el 50,6% de los votantes del PP considera el aborto una práctica “inmoral”, aunque legal.
“Sánchez está agotado política y moralmente”
El líder del PP justificó su decisión asegurando que el Gobierno de Pedro Sánchez “utiliza a las mujeres para meter miedo” y reabrir “debates del pasado”. En un comunicado publicado en sus redes sociales, Feijóo denunció que el Ejecutivo “está agotado política y moralmente” y que su estrategia pasa por “reavivar la polarización para sobrevivir unos meses más”.
Su mensaje, que acumula miles de respuestas, ha sido interpretado como un intento de zanjar el enfrentamiento interno entre los sectores del partido, especialmente después de que Isabel Díaz Ayuso se opusiera a crear el registro de médicos objetores previsto en la última reforma de la ley, desmarcándose de la dirección nacional.
Tensión con la base católica del partido
El movimiento de Feijóo ha generado reacciones encontradas dentro del electorado popular. Diversas asociaciones vinculadas a movimientos católicos y provida han criticado su postura, recordando que la doctrina de la Iglesia rechaza el aborto “porque el no nacido no es una cosa, sino un ser humano”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, lamentó recientemente que el debate político haya convertido el aborto en “una estrategia de polarización o una cortina de humo”, preguntándose “quién se acuerda de la vida humana que se elimina”.
Génova busca cambiar de tema: inmigración y corrupción
Fuentes de Génova admiten que el PP atraviesa un momento complicado para imponer su agenda política, ya sea por los errores propios o por la capacidad del Gobierno para dominar el debate público. Por ello, Feijóo pretende reorientar la conversación hacia dos frentes más favorables: la inmigración y la corrupción del PSOE.
El martes presentará en Barcelona su Plan Nacional de Inmigración, con el que aspira a reforzar su imagen de alternativa de gobierno y responder al aumento de llegadas irregulares. Paralelamente, la dirección popular seguirá muy pendiente de las declaraciones judiciales de José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García por presuntos casos de corrupción, que afectan al entorno del Ejecutivo.
Una estrategia para recuperar el control político
El equipo de Feijóo considera que su posición actual en torno al aborto refleja el consenso mayoritario de la sociedad española, aunque reconoce que la división interna y las presiones de Vox complican la cohesión del discurso. Desde el entorno del líder gallego sostienen que el PP “no debe permitir que la izquierda marque los temas de campaña” y que su objetivo inmediato será “volver al terreno donde la gestión y la moderación son su ventaja competitiva”.
Mientras tanto, el partido insiste en presentarse como una opción centrada, liberal y moderna, “que defiende la vida y los derechos de las mujeres sin recurrir al fanatismo”, en palabras de un portavoz de Génova.