La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participó en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, donde defendió la agenda de su Gobierno y cargó contra la gestión del Ejecutivo central. Tras anunciar 50 nuevas medidas que marcarán la recta final de la legislatura, Ayuso aseguró que quiere centrar su mandato en los servicios públicos que utilizan todas las familias madrileñas: sanidad, educación, formación profesional, universidad, transporte, digitalización, apoyo al campo, ayudas a la maternidad y atención a los colectivos más vulnerables.
La presidenta autonómica subrayó que su proyecto se construye “más allá del rifirrafe político”, diferenciándose de lo que calificó como “un Gobierno central atrapado por la corrupción, el sectarismo y la ideología”. Según afirmó, “cuando la ideología sustituye al rigor jurídico y científico, la sociedad paga la factura”.
Entre sus críticas, Ayuso señaló las deficiencias en el sistema de protección a víctimas de violencia de género, tras revelarse fallos en las pulseras de seguimiento, y reclamó la dimisión inmediata de la ministra competente: “No tiene que esperar un solo día más”, sentenció. Además, denunció las incidencias en la red de alta velocidad Madrid-Córdoba-Sevilla, que habrían afectado a más de 170.000 pasajeros en dos años, y acusó al Gobierno de dar prioridad a “cambios simbólicos como renombrar estaciones con nombres de mujer” en lugar de garantizar la fiabilidad del servicio ferroviario.
Ayuso también alertó sobre la “instrumentalización política de la riqueza cultural” y la imposición de lenguas cooficiales en la sanidad y las empresas, que a su juicio no mejoran la competitividad ni la calidad de los servicios. “Se dilapida el patrimonio material e inmaterial, se compromete la convivencia y se hunde la competitividad de las empresas”, afirmó.
En clave nacional, la presidenta madrileña denunció el “proyecto totalitario de Sánchez y sus socios” que, en su opinión, busca “acabar con la Corona, la Constitución y la capitalidad de Madrid”. Ayuso sostuvo que la Comunidad de Madrid vive “uno de sus mejores momentos históricos” y que su papel “vertebrador” frena las políticas del Ejecutivo central.
La presidenta concluyó reivindicando la vocación internacional de Madrid y la fortaleza de su economía basada en la libertad de empresa, la innovación y la atracción de talento: “Madrid es la casa de todos los acentos y el lugar donde se demuestra que cuando una sociedad es libre, es próspera e imbatible”.