El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha condenado este miércoles las declaraciones de la concejala de Vox, Carla Toscano, en el último Pleno municipal, en las que se refirió al colectivo LGTBI con expresiones calificadas por numerosos ediles como ofensivas y discriminatorias. “No casan con los valores que tenemos en la ciudad”, sentenció el regidor, quien expresó su “indignación” por lo que considera un “discurso inaceptable en la sociedad actual y en una ciudad tan abierta como Madrid”.
Las declaraciones del alcalde se produjeron tras la presentación de la 41ª edición de Veranos de la Villa, donde fue preguntado por las polémicas palabras de Toscano. La edil de Vox se refirió al colectivo LGTBI como un “lobby de cabecera” de la izquierda, tachó su bandera de representar “autoritarismo y corrupción de menores” y puso en cuestión la tipificación del delito de odio.
El discurso provocó una fuerte reacción en el Pleno, donde miembros del grupo socialista respondieron desplegando la bandera arcoíris, mientras los concejales de Vox colocaban banderas de España en sus escaños. La portavoz del PSOE, Reyes Maroto, exigió hoy públicamente la dimisión inmediata de Carla Toscano, así como la entrega de su acta de concejala, y anunció que su grupo analizará el contenido del discurso para estudiar posibles acciones legales por delito de odio.
“No tengo ningún problema en condenarlo”
Almeida, visiblemente molesto, recalcó que “no comparte en absoluto” las afirmaciones de Toscano. “Este discurso no se corresponde con la realidad de una ciudad como Madrid, que es abierta, libre y respetuosa con la diversidad”, añadió. El alcalde reivindicó que la libertad de expresión “también ampara discursos que no gustan”, pero matizó que eso no implica que sean aceptables desde el punto de vista institucional o ético.
“No tengo anteojos ideológicos. No me tiembla el pulso en condenar discursos así, vengan de donde vengan. No tengo ningún problema en decir que el discurso de Carla Toscano me parece inaceptable”, afirmó, al tiempo que negó ser “cómplice” como insinuó Maroto. “No tengo ningún complejo para denunciarlo, como no lo tendría si viniera de otro grupo político”.
Rechazo desde el área de Políticas Sociales
En la misma línea, el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, manifestó su “absoluto rechazo” a las declaraciones de Toscano. En declaraciones realizadas también hoy, Fernández subrayó que Madrid es “una ciudad diversa que defiende la libertad y los derechos LGTBI”, y recordó que se cumplen 20 años del matrimonio igualitario, una conquista que, según lamentó, “Carla Toscano califica de mentira jurídica”.
Fernández reafirmó el compromiso del Ayuntamiento con la celebración del MADO 2025 (Madrid Orgullo), así como con los recursos municipales de apoyo al colectivo. “Lo que ocurrió ayer no define a Madrid, pero sí nos obliga a seguir vigilantes y comprometidos”.
¿Límites a la expresión en el Pleno?
Cuestionado sobre la posibilidad de que el presidente del Pleno, Francisco de Borja Fanjul, hubiera intervenido para detener o censurar el discurso de Toscano, Almeida mostró cautela. Afirmó que es difícil aplicar una llamada al orden por el contenido de un discurso sin entrar en un “grado de arbitrariedad” que sería “difícilmente compatible con la libertad de expresión”.
En ese sentido, defendió que el Pleno debe ser “un templo de la palabra” y que el único límite legal debe ser el que marquen el Código Penal o el orden civil, insistiendo en la protección constitucional de la libertad de expresión, incluso para discursos “que no gustan absolutamente nada”.
Contexto de creciente tensión
Las declaraciones de Toscano se producen a pocos días del arranque de Madrid Orgullo 2025, uno de los mayores eventos internacionales en defensa de los derechos LGTBI, y han reabierto el debate sobre el uso de los espacios institucionales para propagar discursos discriminatorios. Tanto desde el PSOE como desde otros grupos municipales se ha instado al equipo de Gobierno a reforzar los protocolos del Pleno para evitar que este tipo de intervenciones se repitan sin consecuencias políticas.
Mientras tanto, el discurso de Carla Toscano será examinado por juristas y entidades para determinar si incurre en incitación al odio, lo que podría tener repercusiones legales más allá del ámbito político.
En palabras de Almeida, “Madrid es libertad, es diversidad, y no puede permitirse discursos que vayan contra esos principios”.