El exministro Óscar Puente, digo exministro, porque, desde lo que represento como ciudadanos de a pie y como auténtico demócrata, lo acabo de cesar. Ya no forma parte de mí gobierno. Ahora es como un don nadie, como un pelagatos, como el “tuercebotas” más torpe de todos los “tuercebotas” que podamos imaginar. Es un ser insípido, impropio, inadaptado para vivir y convivir en una sociedad que respeta y que pide a gritos que se respeten los principios de nuestra democracia. No se le ocurre ni más ni menos que referirse al político socialista Eduardo Madina y arremeter contra él. Ha dicho que el político Eduardo Madina - que fue víctima de un terrible atentado de ETA en el que perdió una pierna - es un resentido. Pero Óscar Puente, el que dijo que Sánchez es el “puto amo”, dice ahora esa barbaridad sobre Madina y gobierna y participa, sin pestañear, gracias a los amigos y herederos de esa banda terrorista que dejó en España y también en el PSOE cientos de heridos y de muertos. Le molesta que Madina defienda los principios democráticos del antiguo PSOE, como lo hacen avergonzados algunos otros socialistas demócratas. Óscar Puente ha llamado resentido a ser humano de partido que perdió una pierna en un atentado de ETA y que ha vivido sin ella y sin armar alborotos vergonzantes. Porque recuerdo que Óscar Puente cuando aquel día tropezó en Valladolid daba alaridos, aullidos incontestables y ridículos. Daba maullidos vergonzosos, escandalosos y muy torpes. Los conservo gravados por si desean oírlos.
Óscar Puente es uno de esos tipejos que no nos merecemos los españoles. Es parte de un gobierno lleno de escándalos que degradan la convivencia de quienes deseamos tranquilidad y democracia.
Óscar Puente ha vuelto a atentar contra Eduardo Madina. Ha vuelto a cebarse con un militante del PSOE que defiende al partido. Arremete desde su bravuconería, desde su fanfarronería, como los seres dañinos que se ceban con todo los que les rodea.
¿Por qué llama resentido a un ser que nunca manifestó resentimiento? Es incomprensible que Óscar Puente, Leire Díez y los demás personajes sean tan fríos, tan camorristas, tan belicosos y tan pendencieros.
El caso Leire Díez es un caso sangrante que late en el sanchísmo, en el puro sanchísmo, y en los que rodean a todos los que están de acuerdo con que las instituciones españolas se sigan deteriorando.
El exministro Óscar Puente, recientemente destituido por mi, se lanzó contra Madina con el fin de hacerle daño y de no reconocer ni acordarse que él, el propio Óscar es el único resentido de toda esta contienda.
