Madrid refuerza la lucha contra las edificaciones irregulares en zonas protegidas

El Gobierno regional ha identificado más de 5.300 hectáreas afectadas, la mayoría en las vegas de los ríos Tajuña, Jarama y Guadarrama, y reforzará la intervención en zonas inundables hasta 2029.
Inspección de construcciones irregulares en suelo protegido - Foto Comunidad de Madrid
photo_camera Inspección de construcciones irregulares en suelo protegido - Foto Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid ha inspeccionado 1.906 construcciones irregulares en suelo protegido durante el periodo 2021-2024, en el marco del Plan de Inspección y Disciplina Urbanística, con el objetivo de restablecer la legalidad y recuperar el entorno natural afectado.

Según el informe de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, las actuaciones han permitido identificar más de 5.300 hectáreas alteradas en 56 municipios de la región, concentrándose cerca del 80% en las vegas de los principales ríos madrileños.

En concreto, las zonas más afectadas corresponden al río Tajuña (2.712,5 hectáreas), Jarama (1.019,5), Guadarrama (363,2) y Tajo (150,2). Estos asentamientos ilegales suponen un riesgo tanto para las personas como para el medio ambiente, especialmente en áreas inundables.

Objetivo 2029: recuperar el terreno y reforzar la legalidad urbanística

El Ejecutivo regional ha incorporado la intervención en construcciones irregulares como uno de los ejes prioritarios del nuevo Plan de Inspección y Disciplina Urbanística 2025-2029, recientemente aprobado.

Este plan establece fases anuales de actuación, con medidas como:

  • Estudios comparativos mediante fotografía aérea.
  • Diagnósticos sobre núcleos ilegales de población.
  • Tramitación de expedientes sancionadores y disciplinarios.
  • Formación específica para profesionales y ciudadanos sobre protección del suelo.

Además, se reforzará la colaboración técnica y jurídica con los ayuntamientos, especialmente los de menor tamaño (menos de 5.000 habitantes), así como con órganos judiciales y el Ministerio Fiscal, para ejecutar resoluciones y sentencias relacionadas con infracciones urbanísticas.

Más de 900 expedientes y 67 órdenes de demolición entre 2021 y 2024

El balance del último cuatrienio refleja el esfuerzo continuado de vigilancia y restitución del entorno natural por parte del Gobierno madrileño. La Subdirección General de Inspección y Disciplina Urbanística llevó a cabo 455 visitas y tramitó:

  • 942 expedientes de diligencias previas.
  • 143 disciplinarios urbanísticos.
  • 88 sancionadores.
  • 67 órdenes de demolición.
  • 45 de ejecución subsidiaria.
  • 258 requerimientos de información.

Estas actuaciones persiguen la recuperación efectiva del terreno para los usos previstos en la planificación original, principalmente agrícolas o ganaderos, garantizando la restauración ambiental más allá de la mera demolición de construcciones ilegales.

Casos destacados: El Molar y Chinchón

Entre las intervenciones recientes, destaca la realizada en El Molar, donde la Comunidad de Madrid procedió a la restauración del entorno natural tras detectar edificaciones sin autorización en suelo no urbanizable.

Otro ejemplo significativo se encuentra en Chinchón, donde el Ejecutivo autonómico ha colaborado con el Ayuntamiento en la demolición subsidiaria de tres contenedores frigoríficos adaptados como viviendas, ubicados en suelo de especial protección.

Estas actuaciones evidencian el compromiso institucional con la preservación del paisaje rural y la aplicación efectiva de la normativa urbanística.

Compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo equilibrado

La Comunidad de Madrid reafirma su compromiso con un modelo de desarrollo sostenible, en el que la protección del suelo y el medio ambiente se conjugan con la seguridad de las personas y la planificación racional del territorio.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior ha subrayado que el objetivo del Ejecutivo autonómico es “recuperar los espacios naturales alterados y garantizar un crecimiento ordenado que preserve los recursos y la biodiversidad”.