La Comunidad de Madrid ha registrado esta mañana un nuevo episodio de mala calidad del aire, provocado por la combinación del humo de los incendios forestales activos en el país y la intrusión de polvo en suspensión procedente del norte de África. La situación afecta a buena parte de los municipios de la región y ha llevado a las autoridades a mantener activas diversas recomendaciones sanitarias y medioambientales.
Según los datos recogidos por las estaciones regionales de calidad del aire en las primeras horas del miércoles, los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) superan los umbrales considerados seguros por la Organización Mundial de la Salud. El cielo de la capital y de su entorno ha amanecido visiblemente velado, con una neblina marronácea que ha reducido la visibilidad y ha incrementado las molestias respiratorias en personas sensibles.
Recomendaciones a la población
Ante esta situación, las autoridades sanitarias y ambientales han emitido una serie de recomendaciones dirigidas a la ciudadanía, especialmente a los colectivos más vulnerables como niños, mayores, personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares y mujeres embarazadas.
Entre las principales medidas aconsejadas se encuentran:
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Evitar hacer ejercicio físico al aire libre, tanto en parques como en espacios urbanos.
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Usar mascarillas FFP2 en el exterior para quienes sufran de asma, EPOC o sensibilidad respiratoria.
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Mantener cerradas las ventanas y puertas para reducir la entrada de aire contaminado en viviendas y edificios.
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Reducir la ventilación natural en los hogares durante las horas de mayor concentración de partículas.
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Optar por el transporte público, evitando así el uso del vehículo privado y la emisión adicional de gases contaminantes.
Impacto acumulado de incendios y polvo africano
El fenómeno de hoy no es un caso aislado. Desde principios de agosto, Madrid ha vivido varios episodios de contaminación atmosférica vinculados a los grandes incendios forestales registrados en Galicia, Castilla y León y la zona centro-sur de Portugal. Las columnas de humo se han desplazado a través de la atmósfera alcanzando la región, coincidiendo con una intrusión sahariana que ha traído altas concentraciones de polvo fino.
El resultado es una mezcla tóxica que aumenta el riesgo de irritaciones, alergias y crisis respiratorias, en particular cuando se combina con las altas temperaturas y la ausencia de lluvias. Esta situación ha llevado incluso a algunos municipios a activar planes locales de emergencia ambiental y de asistencia sanitaria preventiva.
Seguimiento y previsiones
La Comunidad de Madrid mantiene activa la vigilancia continua de los niveles de calidad del aire, con datos actualizados a través de su red de estaciones automáticas distribuidas por todo el territorio. También se recuerda a la población que puede consultar en tiempo real el estado del aire en su localidad a través del portal regional de calidad atmosférica.
Aunque se prevé que el episodio de polvo africano se disipe parcialmente en las próximas 24-48 horas, la evolución depende en gran medida de las condiciones meteorológicas, especialmente de la llegada de vientos de componente norte o precipitaciones que ayuden a limpiar la atmósfera.
Un verano especialmente contaminado
El verano de 2025 está siendo especialmente complejo en lo ambiental. A las olas de calor, los incendios forestales y los altos niveles de ozono troposférico, se suman ahora estos episodios de intrusión de aire africano que afectan a la calidad de vida en las ciudades. Madrid, como gran área metropolitana, sufre con especial intensidad los efectos acumulados, lo que ha hecho saltar las alarmas tanto en el ámbito sanitario como en el ambiental.
Los expertos insisten en que estos fenómenos pueden repetirse con mayor frecuencia en el futuro, debido al cambio climático y al aumento de las temperaturas medias estivales, por lo que la ciudadanía debe adaptarse a convivir con episodios más frecuentes de contaminación severa.