Ricardo Magaz: “El crimen es un espejo incómodo de nuestra sociedad”

Detrás del crimen: veinticinco formas de mirar el delito desde dentro. “Entender la criminalidad es, en el fondo, entendernos a nosotros mismos”. 
Ricardo Magaz. Libro DETRÁS DEL CRIMEN.
photo_camera Ricardo Magaz. Libro DETRÁS DEL CRIMEN.

Con motivo de la reciente publicación del libro coral “Detrás del crimen. Veinticinco historias inquietantes de true crime” (Ed. Eolas), entrevistamos a su coordinador y coautor, el profesor de Fenomenología Criminal de UNED-IUGM y escritor Ricardo Magaz. Una conversación donde la literatura y la investigación se dan la mano para explorar los rincones más oscuros y humanos del delito.

Ricardo, Detrás del crimen reúne veinticinco historias reales narradas por especialistas; ¿qué motivó este proyecto colectivo?

El objetivo era claro, relatar casos que no solo agitaran, sino que también invitaran a reflexionar sin victimizar. A lo largo de mi trayectoria he visto como el interés por el crimen puede desviarse con facilidad hacia lo morboso. Este libro busca lo contrario, mostrar el fenómeno criminal desde un enfoque riguroso.

Usted abre el libro con su capítulo “La banalidad del mal”, donde analiza casos como el de Manuel Blanco Romasanta, el primer asesino en serie español antropófago y “Hombre lobo”, el crimen de Isabel Carrasco o el caso de la viuda negra de la policía Rosa Peral; ¿por qué eligió estos temas para su capítulo?

Porque representan bien esa idea inquietante de que el mal, muchas veces, no tiene una cara monstruosa, sino profundamente banal. Gente común que cruza líneas rojas impensables. Me tocó de cerca el magnicidio de Isabel Carrasco, y sobre Romasanta, llevo años buscando su tumba, igual que otros colegas y estudiosos de este asesino en serie del siglo XIX, licántropo, antropófago y casi seguro que hermafrodita. En cuanto al caso de Rosa Peral es un reflejo de cómo la pasión mal gestionada puede ser letal, incluso en agentes de la ley.

Uno de los puntos fuertes del libro es el enfoque hacia las víctimas; ¿cómo se logra mantener ese equilibrio al escribir sobre hechos tan duros?

Nunca olvido que detrás de cada historia hay dolor real. El relato puede ser potente, sí, debe serlo, pero tiene que estar al servicio de la verdad y la dignidad de quienes sufrieron. Nosotros en este libro no hacemos ficción ni coqueteamos con el morbo; no podemos permitirnos frivolidades. 

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Mural portada Detrás del Crimen con autores 

¿Qué papel cree que cumple el género true crime hoy en día, con tanta presencia en medios y plataformas?

Está en auge, sin duda, pero hay que distinguir entre entretenimiento y divulgación. El true crime bien hecho puede ayudar a educar, prevenir y entenderlo para combatirlo. Pero si se convierte en espectáculo, corre el riesgo de banalizar el sufrimiento humano. De caer en la “casquería”, dicho en términos coloquiales. 

Muchos de los autores del libro provienen de las fuerzas de seguridad, usted mismo ha sido policía, y también de ámbitos como la judicatura, la comunidad de inteligencia, las prisiones, la seguridad privada, la criminología... ¿Cómo influyó esto en el tono de la obra?

Le dio veracidad. Cada autor escribe desde el conocimiento directo, no desde la conjetura porque ya se sabe que el papel lo aguanta todo. Eso se nota en el nivel de detalle, en la mirada analítica. Son relatos que no solo cuentan lo que ocurrió, sino que permiten entender por qué ocurrió. En todo caso, el crimen es un espejo incómodo de nuestra sociedad.

¿Lleva el ser humano, como sugiere usted en varios pasajes, un “lobo dormido dentro”?

A veces sí. Pero también llevamos la capacidad de razonar, de elegir. Como suelo decir a menudo, cabe no obstante lugar para la esperanza. Lo contrario sería tremendo.

Usted ya tiene una larga trayectoria de obras de ensayo y narrativa en las librerías. Su tomo “Ora la espada, ora la pluma” fue Libro del Año en su género por la Asociación de la Prensa; ¿cómo conviven el relato y la documentación en un volumen como “Detrás del crimen”?

Es un equilibrio delicado. Por un lado, la fidelidad a los hechos; por otro, la necesidad de construir una narración interesante. En este tipo de literatura, la documentación es esencial, pero también lo es la voz directa del narrador que lo ha vivido, su capacidad para hacer que el lector se adentre en el caso, que lo sienta cercano. 

Como coordinador del libro y también autor que abre el primer capítulo, ¿cómo fue el proceso de reunir a las veinte voces que dan forma a estas historias reales?

Fascinante y exigente a partes iguales. Cada autor aporta su estilo, su visión del crimen. Todos trabajamos en el ámbito de la seguridad, la criminología, las prisiones, la inteligencia o la justicia. Lo interesante fue lograr que todas esas perspectivas convergieran sin perder su autenticidad. Fue como orquestar una sinfonía, cada instrumento con su timbre, pero todos tocando la misma partitura inquietante.

Finalmente, si tuviera que resumir el valor principal de Detrás del crimen en una frase, ¿cuál sería?

Considero que es un intento honesto de mirar el crimen a los ojos, sin adornos, sin morbo, y sin miedo. Porque entender la criminalidad es, en el fondo, entendernos a nosotros mismos. 


Ficha de la obra: “Detrás del crimen: veinticinco historias inquietantes de true crime”. Coordinador: Ricardo Magaz. Edita: Eolas Ediciones. Colección: narrativa. 2025. ISBN: 979-13-87753-07-8. Depósito Legal: 160-2025.  Páginas: 256. Dimensiones: 24 x 16. Encuadernación: rústica con solapas. Autores: Ricardo Magaz, Juan Enrique Soto, Josema Vallejo, Rafael Guerrero, Antonio Gómez Montejano, Serafín Giraldo, Carlos Fernández, Martín Turrado, María José Garrido, Ernesto Pérez Vera, José Manuel Estébanez, José Manuel Caamaño, José Romero Romel, José Román del Álamo, Noelia Colmenarejo, Eduardo Bastos, Manuel Avilés, Martín Muñoz, Yolanda Trancho, Eduardo Casas. Prólogo: Alejandro Gallo. Epílogo: Jack D. Miller