Según los últimos datos de la Seguridad Social, se han perdido 4.947 autónomos y 9.783 empleos en pleno auge de la temporada turística, lo que supone la peor cifra para un mes de julio en más de dos décadas.
Este retroceso se produce pese a que el país espera alcanzar un récord de 95 millones de turistas durante 2024. Para Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), "es verdaderamente preocupante que con cifras históricas en el turismo, estemos asistiendo a una destrucción de empleo tan acusada".
Caída de autónomos y desaceleración del empleo
Durante el mes de julio, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) registró una pérdida media diaria de 235 autónomos, lo que representa una caída del 0,1 %, al pasar de 3.391.379 afiliados en junio a 3.386.432 en julio.
Esta cifra, aunque pueda parecer contenida, rompe con la tendencia habitual del verano, donde tradicionalmente se observa una creación neta de empleo, impulsada por la demanda estacional en sectores como la hostelería y el turismo.
Amor apunta directamente a un clima adverso para el empresariado: “Los anuncios sobre recortes de jornada, endurecimiento de condiciones laborales, controles o sanciones crean un entorno de incertidumbre para quien tiene que generar y mantener empleo. Si seguimos lanzando mensajes negativos hacia el empresariado, los efectos pueden ser los que hemos visto este julio”.
Solo cuatro comunidades logran sumar autónomos
En el reparto territorial, solo cuatro comunidades autónomas consiguieron aumentar su número de autónomos: Baleares (+0,3 %), Cantabria, La Rioja y Aragón. El resto del país cerró el mes con pérdidas, lo que confirma una tendencia nacional negativa incluso en comunidades tradicionalmente impulsadas por la campaña estival.
Sectores más afectados
Por sectores, el comercio, la industria, la agricultura y la educación lideraron la destrucción de empleo por cuenta propia. Aunque en educación el descenso suele ser habitual en los meses de verano, preocupa la pérdida en actividades como la construcción, servicios sanitarios y actividades profesionales, sectores que normalmente se mantienen estables.
Solo la hostelería logró crecer, con 1.991 nuevos autónomos, demostrando que el tirón turístico sigue teniendo capacidad de absorber empleo, aunque de forma limitada frente al conjunto de pérdidas.
Un aviso para los próximos meses
La destrucción de empleo en julio, un mes clave para la economía española, deja una señal de desaceleración preocupante. Aunque el paro registrado ha descendido en 10.830 personas, una cifra similar a la del año anterior, el enfriamiento en la creación de empleo y la pérdida neta de autónomos apuntan a una tendencia estructural más allá del efecto estacional.
Desde ATA advierten de la necesidad de medidas que favorezcan la estabilidad jurídica y fiscal del tejido empresarial, especialmente entre los trabajadores por cuenta propia, que siguen siendo uno de los pilares fundamentales del empleo en España.