Hacienda

La “bestia” recaudadora: cada hogar español ha pagado ya 8.700 euros en impuestos hasta julio

La recaudación tributaria se dispara un 10,9% en los siete primeros meses de 2025, alcanzando 182.354 millones, mientras las familias ven reducido su margen de ahorro y consumo

 

Montero, en una intervención en el Congreso | Foto del Congreso
photo_camera Montero, en una intervención en el Congreso | Foto del Congreso

La recaudación fiscal en España ha alcanzado los 182.354 millones de euros en los siete primeros meses de 2025, un 10,9% más que en el mismo periodo del año anterior. Según los cálculos, cada hogar español ha abonado de media 8.700 euros en impuestos, una cifra que refleja el aumento de la presión fiscal sobre las familias.

El incremento está encabezado por el IRPF, que sube un 12,4%, hasta los 91.000 millones, seguido del IVA, que aumenta un 8,5%, con más de 62.900 millones recaudados. En contraste, el Impuesto de Sociedades cae un -7,6%, lo que pone de relieve el desequilibrio en el esfuerzo fiscal entre familias y empresas.

El impacto en el bolsillo ciudadano

Los datos evidencian que las principales cargas recaen sobre el consumo y el trabajo. A la subida del IRPF y del IVA se suman los 7.254 millones recaudados por impuestos a hidrocarburos, los 1.338 millones por electricidad, los 1.643 millones en seguros especiales y los casi 4.000 millones procedentes del tabaco.

El economista José Ramón Riera lo ha calificado como “una auténtica barbaridad que explica por qué tantas familias tienen problemas para llegar a fin de mes”, asegurando que Hacienda se ha convertido en “una bestia recaudadora que no frena su voracidad”.

Una presión fiscal sin retorno visible

Críticas como las de Riera apuntan a que este incremento de la recaudación no se traduce en una mejora proporcional de los servicios públicos. “Si al menos este esfuerzo se reflejase en mejores infraestructuras, más vivienda o una educación y sanidad reforzadas, el sacrificio tendría sentido. Pero la realidad es que no alcanza para garantizar ni pensiones sólidas ni un sistema eficiente”, sostiene.

El resultado es que, en apenas siete meses, las familias han desembolsado una media de más de 1.200 euros mensuales en impuestos, entre directos e indirectos, lo que limita gravemente su capacidad de ahorro y consumo en un contexto de inflación persistente y costes crecientes.