Construir una vivienda o poner en marcha una empresa en España se ha convertido en un reto económico titánico, donde las cargas fiscales y administrativas representan una parte significativa del gasto total. El diputado al Parlamento Europeo Jorge Buxadé Villalba, de VOX, ha explicado detalladamente cómo el proceso de construcción de vivienda está repleto de trámites e impuestos que benefician principalmente al Estado, dejando a los empresarios con márgenes de beneficio muy reducidos. Lo mismo ocurre con la creación de una pyme, donde los costes iniciales y fiscales dificultan el emprendimiento.
El caso de construir una vivienda: el peso de los impuestos
Buxadé ilustró el complejo y costoso proceso que debe enfrentar un promotor inmobiliario para construir una vivienda:
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Compra del terreno: Al adquirir la parcela, el promotor debe pagar impuestos como el IVA (21%), el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y las tasas notariales y registrales. Si el terreno tiene una edificación anterior, debe pagar por la licencia de derribo y, si hay árboles, una licencia de tala con su correspondiente tasa.
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Licencias y estudios previos: Antes de comenzar la construcción, es obligatorio solicitar la licencia de obra al ayuntamiento, que incluye una tasa de hasta el 4% del presupuesto de ejecución. Además, se deben realizar estudios técnicos (geotécnicos, de seguridad y salud, etc.), todos gravados con IVA.
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Construcción y trámites intermedios: Durante la obra, hay que pagar tasas por la ocupación de la vía pública, como las necesarias para instalar grúas o vados temporales.
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Finalización y venta: Una vez terminada la construcción, es imprescindible obtener la licencia de primera ocupación, pagar los costos de acometida de agua, gas y electricidad, y contratar servicios de promoción inmobiliaria, todos gravados con IVA. Además, al vender los pisos, el promotor debe abonar el impuesto de construcciones y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía municipal).
En el ejemplo planteado por Buxadé, construir cuatro pisos en una parcela adquirida por 500.000 euros, con un coste de construcción de 1 millón de euros, implica que los impuestos acumulados hacen que el coste total supere los 1,95 millones de euros. Para obtener un beneficio del 20%, los pisos deben venderse por al menos 600.000 euros cada uno. Sin embargo, después de pagar el Impuesto de Sociedades (25%), el promotor obtendría solo 300.000 euros de beneficio neto, mientras que las administraciones públicas habrán recaudado más de 600.000 euros en impuestos y tasas.
Crear una pyme en España: una carga fiscal elevada
Montar una pequeña o mediana empresa (pyme) también está lleno de costes asociados a impuestos y trámites:
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Costes legales y administrativos:
- Registro Mercantil: Entre 60 y 400 euros según el capital social.
- Notaría: Entre 300 y 500 euros para las escrituras públicas.
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y AJD: Calculado en función del capital social, puede llegar al 1,5%.
- Licencias y permisos: Cada actividad requiere permisos específicos, cuyos costes varían según la comunidad autónoma.
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Costes asociados:
- Alquiler o compra de oficinas y mobiliario.
- Infraestructura tecnológica y suministros.
- Plan de marketing y publicidad.
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Fiscalidad recurrente:
- Impuesto de Sociedades: Tipo general del 25%.
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): Obligación de declarar el IVA repercutido y soportado, aunque muchas empresas enfrentan problemas de liquidez por adelantar este impuesto antes de cobrar facturas.
- Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Obligatorio para empresas con una facturación superior a 1 millón de euros.
- Retenciones a cuenta del IRPF: Aplicables a nóminas y facturas de autónomos.
¿Por qué siempre sale beneficiado el Estado?
El sistema fiscal español se caracteriza por un elevado peso de los impuestos indirectos, que gravan cada etapa de la actividad económica, desde la compra del terreno o insumos hasta la venta final. Según Buxadé, el Estado recauda más que el propio empresario, y lo hace sin asumir ningún riesgo. Las principales razones son:
- Impuestos acumulativos: Cada paso del proceso (compra, construcción, venta) implica el pago de múltiples tasas e impuestos.
- Trámites burocráticos complejos: Los altos costes administrativos y la lentitud de los procesos añaden costes adicionales al promotor o emprendedor.
- Falta de incentivos fiscales: A diferencia de otros países europeos, en España las exenciones o beneficios fiscales son limitados y, en muchos casos, temporales.
¿Podemos decir que las administraciones públicas siempre ganan?
El coste de construir vivienda o montar una empresa en España evidencia que las administraciones públicas son las principales beneficiadas del esfuerzo de promotores y emprendedores. Esta realidad, según Buxadé, desincentiva la inversión y encarece los precios finales para los ciudadanos. Sin una reforma fiscal que reduzca la carga impositiva y simplifique los trámites administrativos, será difícil fomentar el emprendimiento y garantizar el acceso a vivienda asequible en el país.