El mercado del alquiler residencial en España continúa evolucionando con nuevas herramientas financieras. En la Comunidad de Madrid, se han llevado a cabo 34 operaciones pioneras de adelanto de rentas de alquiler, una solución que permite a los propietarios recibir hasta el 75% del valor total de las rentas de alquiler de sus viviendas de forma anticipada, sin necesidad de asumir riesgos asociados a los inquilinos.
Este modelo, ya implementado en localidades como Madrid capital, Alcalá de Henares, Coslada, Meco, Fuenlabrada y Mirasierra, ha supuesto un total de 987.039 euros adelantados a propietarios. Los arrendadores han recibido de media 29.030 euros, correspondientes a alquileres mensuales de aproximadamente 1.456 euros, con un adelanto promedio equivalente a dos años de renta.
Detalles de las operaciones:
Según Me Renta:
- Madrid capital: 720.819 euros adelantados a 23 propietarios, con una renta mensual promedio de 1.521 euros.
- Alcalá de Henares: 93.444 euros adelantados a 3 propietarios, con rentas de 1.480 euros al mes.
- Coslada: 50.592 euros adelantados a 3 propietarios, con rentas de 1.000 euros al mes.
- Meco: 44.664 euros adelantados a 3 propietarios, con rentas de 916 euros al mes.
- Mirasierra: 63.840 euros adelantados a un propietario.
- Fuenlabrada: 13.680 euros adelantados a un propietario.
Una tendencia al alza
Este sistema de adelanto de rentas, conocido en el ámbito financiero como factoring inmobiliario, ya se ha aplicado en otras regiones de España, alcanzando más de 4,5 millones de euros adelantados a más de 150 propietarios en los últimos meses. Se espera que el volumen total supere los 7 millones de euros para finales de 2024.
El mecanismo no es un préstamo, sino un adelanto que los propietarios reciben de manera ágil tras un proceso de validación, sin tener que devolver el capital. Esta herramienta elimina riesgos como impagos o desocupaciones, permitiendo a los propietarios acceder a liquidez inmediata.
Impacto en el mercado del alquiler
Este modelo plantea una alternativa para propietarios que necesitan liquidez a corto plazo y ofrece estabilidad financiera sin impactar negativamente en los precios del alquiler. Sin embargo, su implementación en un mercado ya tensionado como el de la Comunidad de Madrid podría suscitar debates sobre su impacto en la accesibilidad a la vivienda para los inquilinos.