La encuesta de Vistage realizada a directivos de medianas empresas para elaborar su Índice de Confianza para el último trimestre de 2023 revela que, aunque en mayo de 2023 la mayoría de miembros de Vistage anticipaba estabilidad o mejora para el año, las previsiones en el tercer trimestre han cambiado negativamente.
Al comparar el contexto de finales de 2023 con el del ejercicio de 2022, la mitad de los empresarios apunta a que la economía española empeoró. Este porcentaje revela que el pesimismo está aumentando entre los directivos, ya que la cifra de los que pensaban en mayo que la situación era peor que en 2022 se situaba en el 39%.
Las medianas empresas siguen notando el alza de los costes en origen y más de la mitad, un 54%, asegura que subirá los precios en los próximos 12 meses. Un 52% anunció encarecimientos de sus productos y/o servicios el pasado mayo y otro 72% adelantó subidas de precios a principios de 2023.
El empeoramiento de las previsiones económicas se traslada a los gastos proyectados en inversión fija. Un 46% de los encuestados muestra más cautela con los gastos y asegura que optará por mantener la inversión.
En cuanto a los ingresos por ventas, los directivos proyectan un notable incremento en comparación con las expectativas de mayo. Las estimaciones actuales de facturación de cara a los próximos 12 meses indican un crecimiento del 68%, con lo que se recupera el optimismo expresado en la encuesta de enero, donde anticipaban un aumento del 61%, frente al modesto 40% de mayo.
En relación con las perspectivas sobre la rentabilidad, el 56% de los encuestados pronostica un incremento para los próximos 12 meses. No obstante, se observa una bajada de la confianza empresarial: el pasado mayo hasta un 68% de los empresarios esperaba un incremento de esta variable. Por sectores, las empresas de ámbito tecnológico, especialmente las de menor tamaño, son las más optimistas en cuanto a la mejora de su rentabilidad.
En relación a la inteligencia artificial (IA), un 24% de las empresas asegura que ya la utiliza en su operativa diaria y otro 36% confirma que se encuentra realizando pruebas con herramientas de IA. El 67% tiene claro que estos avances tecnológicos les afectarán a un nivel “alto” o “bastante alto” y tan solo un 4% considera que no tendrá repercusión en su negocio.
En cuanto al modelo laboral, del informe se desprende un cambio importante con respecto a encuestas anteriores en las que predominaba la preferencia por el modelo híbrido en comparación con el presencial y el remoto. Ahora, los modelos presencial y mixto muestran niveles equiparables en las empresas del ‘middle market’ español.