Hasta el 5 de enero de 2025, Fundación MAPFRE en Madrid presenta la exposición Weegee. Autopsia del espectáculo, una muestra que revela las múltiples facetas del icónico fotógrafo estadounidense Arthur H. Fellig, más conocido como Weegee (Zólochiv, 1899 - Nueva York, 1968). Aunque es célebre por sus impactantes imágenes de sucesos en el Nueva York de las décadas de 1930 y 1940, esta exposición también destaca una parte menos conocida de su trayectoria: su trabajo en Hollywood entre 1948 y 1951, donde exploró la sociedad del espectáculo.
Fotografías de impacto
Las imágenes de Weegee no solo documentaban tragedias urbanas, sino que eran auténticos "puñetazos visuales". En su etapa neoyorquina, fotografiaba crímenes, incendios y detenidos, siempre con un estilo que incitaba a la reflexión. Más adelante, sus fotografías en Hollywood, como la famosa serie de Egle Zacchini, una artista de circo disparada por un cañón, o las caricaturas visuales de figuras como Marilyn Monroe y el presidente Kennedy, mostraban su capacidad para transformar la imagen pública en una sátira contundente.
La sociedad del espectáculo
El concepto de sociedad del espectáculo, desarrollado por el filósofo Guy Debord en 1967, describe una sociedad en la que la representación visual reemplaza a la realidad. Weegee, con su cámara, capturó precisamente esta transición: la vida convertida en espectáculo, ya fuera en las calles de Nueva York o en los estudios de Hollywood. Su obra, tanto en la crónica negra como en las fotocaricaturas, revela una crítica social profunda sobre cómo el público se convierte en espectador pasivo de las desgracias ajenas y de la banalización de la fama.
Crítica a la sociedad del espectáculo
Aunque Weegee provenía de una familia humilde y mantuvo una fuerte conciencia de clase, su trabajo más conocido es aquel que retrata accidentes, crímenes y tragedias, donde pone en evidencia el papel de los ciudadanos como espectadores. Su paso por Hollywood le permitió llevar esta crítica un paso más allá, usando técnicas de trucaje fotográfico para satirizar la imagen de actores, cantantes y políticos. Como afirmó el comisario de la exposición, Clement Cheroux, "Weegee mostró cómo los tabloides vendían la crónica de sucesos como espectáculo, y más tarde evidenció la espectacularización de las celebridades".
Biografía
Weegee, nacido como Usher Fellig en Zólochiv en 1899, emigró a Estados Unidos a los diez años. Tras dejar la escuela a los 14 para ayudar a su familia, trabajó en diversos oficios hasta convertirse en fotógrafo. En 1935, se estableció como fotorreportero independiente en Nueva York, adoptando el seudónimo Weegee en 1937. Su éxito llegó en 1945 con la publicación de su libro Naked City. En 1948, se trasladó a Hollywood, donde exploró nuevas técnicas fotográficas y se dedicó a crear caricaturas visuales de las estrellas. Weegee falleció en 1968, habiendo dejado una marca imborrable en la fotografía.
La exposición
La muestra que organiza Fundación MAPFRE reúne más de 100 fotografías, abarcando tanto su etapa neoyorquina como su experimentación en Hollywood. Dividida en tres secciones, la exposición ofrece un recorrido por el trabajo de Weegee y revela cómo, pese a sus diferencias estilísticas, su obra mantiene una coherencia temática: la representación del espectáculo, tanto en el ámbito de la crónica de sucesos como en la banalización de la fama en Hollywood.
El espectáculo de la crónica de sucesos
Desde 1935, Weegee se convirtió en el cronista de los sucesos más oscuros de Nueva York, fotografiando crímenes, incendios y accidentes. Su capacidad para llegar primero a las escenas de tragedia, gracias a su radio sintonizada con la policía, le permitió capturar imágenes que impactaban al público. Pero además de la violencia urbana, Weegee también documentó la pobreza y la discriminación, mostrando una sensibilidad social que hacía de sus fotografías auténticos documentos sociales.
La sociedad de los espectadores
En su famoso libro Naked City (1945), Weegee retrató a la alta sociedad neoyorquina con el mismo ojo crítico que empleaba para las crónicas de sucesos. En imágenes como En el vestíbulo de la Metropolitan Opera, capturó a los testigos de eventos sociales y tragedias, reflejando cómo el público se convertía en mirón, participando en el espectáculo de la vida. Weegee planteaba cada escena como si fuera un teatro, donde el espectador se veía atrapado en el acto de observar.
La comedia de lo espectacular
En Hollywood, Weegee dio un giro a su carrera, pasando de la fotografía documental a la manipulación fotográfica. Sus fotocaricaturas de actores y figuras públicas eran una crítica mordaz al star system. Con técnicas como el fotomontaje y la exposición múltiple, Weegee deformaba las imágenes para revelar el vacío detrás del glamour.
Catálogo
La exposición se acompaña de un catálogo en castellano, que incluye ensayos de expertos como Cynthia Young, Isabelle Bonnet y David Campany, quien compara a Weegee con Stanley Kubrick. Esta publicación ofrece una visión profunda de la obra del fotógrafo y su impacto en la cultura visual contemporánea(Weegee. Autopsia del es…).