En el Salón de actos del Colegio Logos International de Las Rozas, se ha presentado el libro Zafú ¿febrero es mes para nosotros?, de Beatriz Cuesta, en cuyo acto han participado, junto a la autora, Raquel Delgado, directora adjunta de Sial Pigmalión, que lo presentó y coordinó, y Vicente Araguas, poeta, crítico literario y profesor emérito del colegio Logos.
Presentación de Zafú, ¿febrero es mes para nosotros? de Beatriz Cuesta, en el Colegio Logos International de Las Rozas
Beatriz Cuesta
Beatriz Cuesta (Madrid, 1966). «Bea, yoguini y viajera. Flores y chocolate. Profesora de ESO, esto y aquello. Un blog y un collage. Siempre una Lady con foto en Instagram», así reza el perfil de esta licenciada en Filología Hispánica que empezó su aventura como creadora de contenidos allá por el año 2014 en filologosblog.wordpress.com. En la actualidad, compagina la docencia con la escritura de ensayo y novela, la participación en distintos clubs de lectura y la práctica de collage analógico. Cuentista en la ficción, ha publicado «A la luna porque nunca fui» (1997), relato que se incluye en ¡Qué mala suerte tengo con los hombres! Antología de nuevos narradores (Editorial Catriel) y «Nada ni nadie calla porque sí» (2003), relato que forma parte de Historias para viajes cortos (Editorial Dragontinas). En 2019 Sial Pigmalión publicó su novela de autoficción Mamá, estoy aquí para contártelo. Pandémicos y pospandémicos son los relatos «Solo sé cómo ser escritor» (en Relatos imperfectos, Escribir y Meditar, 2020), «Escuchar, otra manera de renunciar al ego» (en Puerta de embarque, Escribir y Meditar, 2021) y «La nueva realidad» (en Olas de un mismo mar, Escribir y Meditar, 2022).
Zafú, ¿febrero es mes para nosotros?
Zafú es un perro; un galgo, para ser más específica. Pero Zafú es mucho más que eso, por algo tiene nombre de cojín de meditación. Zafú llega a la vida de Diana, la protagonista de Zafú, ¿febrero es mes para nosotros?, para darle un punto de equilibrio en el que apoyarse y evolucionar. Constituye esa presencia amorosa e incondicional que solo los animales pueden darnos y que Diana necesita para salir de su mundo de fantasía, en el que sueña de forma obsesiva lo que hará si gana la lotería, escondiéndose de un trabajo mecánico como cajera en un supermercado y una actitud defensiva ante los hombres y los afectos en general.
El nombre de Diana tampoco es casual. Diana era la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y de la luna. Y es que Diana es así, siempre con su arco y su carcaj en ristre, dispuesta a defender a su perro y su dignidad como mujer.
Así que Diana y Zafú hacen una pareja estupenda para emprender las aventuras que te propone esta novela. Te lo vas a pasar muy bien leyéndola, porque es una historia de robos, engaños y reconciliaciones. Y con mucho humor. En ella habitan personas normales a las que les pasan cosas normales. Pero entre tanta normalidad, no te creas, pasan cosas extrañas y hasta deliciosamente descabelladas. En definitiva, esta segunda novela de Beatriz Cuesta es literatura auténtica con la que el lector se puede identificar y solventar, a través de los personajes, sus propias cuentas pendientes.
Isabel Cañelles