El azul será el tono elegido para enmarcar las obras maestras de Tiziano, Tintoretto, Veronés, Rubens y otros grandes nombres de la pintura europea, sustituyendo al actual verde grisáceo.
La intervención comenzó el pasado 5 de septiembre y se prolongará durante seis semanas, con finalización prevista a comienzos de octubre. Para reducir el impacto en las visitas, el proyecto se desarrollará en dos fases, habilitando recorridos alternativos que permitirán al público seguir contemplando las piezas más relevantes de la colección permanente.
Un color con historia y simbolismo
La decisión del Prado no es casual. El azul ha sido protagonista en la historia del arte, utilizado por maestros como Velázquez, Murillo o el propio Tiziano para dotar de profundidad y dramatismo a sus composiciones. La elección se vio reforzada por la buena acogida de este color en la reciente exposición El Greco. Santo Domingo el Antiguo (febrero–junio 2025), donde se comprobó su capacidad para realzar la intensidad cromática de los lienzos.
El objetivo es doble: resaltar la monumentalidad arquitectónica de la galería y potenciar el diálogo entre la pintura española e italiana exhibida en este espacio.
Más de dos siglos de cambios en la Galería Central
Desde su apertura en 1821, la Galería Central ha sido objeto de múltiples reformas que reflejan la evolución estética y museográfica del Prado. En 1927 se pintó de gris verdoso claro; en 2003 adoptó un gris cálido con motivo de la gran exposición dedicada a Tiziano; y en las últimas décadas ha alternado entre tonos crema y verdes.
El azul marcará ahora una nueva etapa en este espacio que, junto a la Sala 12, constituye el eje vertebrador y simbólico del museo.
Un despliegue técnico y museográfico
La renovación no se limita al color. El equipo técnico del Prado llevará a cabo la revisión de la iluminación, el repintado integral de los muros y la reordenación de las obras expuestas, en una operación logística que permitirá mejorar la experiencia del visitante.
Este proyecto se suma a la larga tradición de intervenciones en la Galería Central, que incluyen la reforma arquitectónica de Pedro Muguruza en los años 20, la climatización en los 80 o el montaje de Reencuentro en 2020, que reorganizó la colección tras la pandemia.
Con este cambio, el Museo del Prado busca reforzar su papel como referente internacional de conservación y difusión artística, ofreciendo al visitante una experiencia renovada en uno de los espacios más icónicos de la cultura española.