La plaza Mayor de Madrid acoge hasta el próximo 20 de abril una exposición dedicada a las 19 hermandades, cofradías y congregaciones que conforman el alma de la Semana Santa madrileña. Organizada por el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área Delegada de Turismo, y en colaboración con las propias hermandades y la Archidiócesis de Madrid, la muestra permite descubrir la riqueza histórica, artística y cultural del patrimonio cofrade de la ciudad.
Compuesta por 20 paneles informativos, la exposición ofrece un recorrido por cinco siglos de devoción, desde la Congregación de Nuestra Señora de los Siete Dolores (1591), la más antigua de la capital, hasta la más reciente, la Borriquita de Madrid, fundada en 2011. También se recogen detalles de cofradías como la Archicofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli (1710), de gran arraigo popular.
La concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, ha destacado que esta iniciativa es “una oportunidad para descubrir Madrid a través de la emoción y la devoción de sus hermandades”, subrayando el creciente interés que despierta esta celebración tanto en madrileños como en visitantes.
La muestra también revela la diversidad y pluralidad de las cofradías. Algunas de ellas, como la de Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena o la de Los Gitanos, reflejan la influencia andaluza. Otras, como la Hermandad de los Estudiantes, conectan el mundo penitencial con el ámbito universitario.
No faltan referencias a cofradías con vínculo castrense, como la del Cristo de los Alabarderos, ligada a la Guardia Real desde el siglo XVIII y refundada en 2003. También se destaca la labor de la Hermandad del Silencio, organizadora de la solemne procesión del Domingo de Ramos, o la Hermandad del Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza, con una rica simbología en su indumentaria.
En los barrios de Madrid, las hermandades también están muy presentes. Ejemplo de ello son las de Villaverde, Carabanchel, Arganzuela, Vallecas o El Pozo del Tío Raimundo, que mantienen viva la tradición procesional fuera del centro histórico, contribuyendo a su arraigo popular.
Esta exposición pone en valor una parte fundamental del legado religioso y cultural de la ciudad, mostrando cómo la Semana Santa de Madrid combina tradición, identidad y arte en una expresión que trasciende lo religioso para convertirse en patrimonio compartido por generaciones.