Anécdotas literarias de Madrid

La literatura madrileña durante el Trienio Liberal

Trienio Liberal
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El Trienio Liberal transcurrió  entre 1 de enero de 1820 con el pronunciamiento de Riego y concluyó el 1 de octubre de1823 cuando el rey Fernando VII disolvió las Cortes, abolió la Constitución y restableció la monarquía absoluta.

Durante ese tiempo florecieron en Madrid, de manera sorprendente, la literatura y el periodismo. Ya que precisamente el Trienio Liberal señaló el inicio de un nuevo tiempo en el que la libertad de imprenta contribuyó a que surgiesen nuevas cabeceras de periódicos y revistas, y ese auge en la prensa ofrecía más posibilidades para que los literatos y periodistas de Madrid fueran mucho más activos. En la mayoría de los casos se mezcló política con periodismo a través de ensayos de sorprendente calidad literaria. Pero, al mismo tiempo, esos mismos autores fueron capaces de cultivar otros géneros literarios.

Destacaron varios escritores que aprovecharon el tiempo de libertad para reflejar sus ideas en las obras que escribían. Y surgieron nombres como el de Manuel José Quintana (poeta y dramaturgo de la ilustración nacido en Madrid en 1772 y que aparece retratado en el óleo de Antonio María Esquivel,1846. Fue uno de los miembros de la “Sociedad del Anillo”), Diego Clemencín y Viñas (escritor cervantista), Francisco de Paula Martínez de la Rosa ( poeta, dramaturgo y político que encabezó el gobierno durante el Trienio Liberal), Álvaro Flórez Estrada (fue durante esos años el gran defensor de la libertad de imprenta), Agustín Argüelles (se le apodó “El Divino” y hoy lo incluyo en un espacio reservado a los literatos porque su oratoria fue vibrante y plena. Terminó sus días exiliado en el Reino Unido donde ejerció de bibliotecario de Lord Holland. Precisamente estando en en el exilio escribió su gran obra: “Examen histórico de la reforma constitucional en España” publicada en Londres en 1835), José María Queipo de Llano y otros muchos que como ellos se inmiscuyeron en el Madrid más literario… Y, es que, la participación en debates y la libre difusión de ideas pusieron de relieve el nuevo resurgir de la literatura. Incluso fueron numerosos los poetas extranjeros que durante este período dedicaron obras a lo que esa España representaba para ellos; de tal modo que incluso un conjunto de poetas ingleses a través de la obra titulada “Romántico país” ofrecieron un manojo importante de poemas dedicados, precisamente, al Trienio Liberal y a lo que en él se fraguaba. El título de esa obra estaba inspirado en una frase de Lord Byron en la que señala que España se convirtió durante tres años en un país que se encaminaba al liberalismo que había dejado aparcado el absolutismo. 

Durante este tiempo las tertulias literarias madrileñas tomaron nuevo auge e incluso comenzaron a reunirse de manera conjunta políticos y literatos para discutir temas de actualidad y así también se debatía sobre literatura. Se pusieron de moda durante ese tiempo las tertulias en las casas particulares, en las que los amigos cambiaban impresiones.

Y si hay una obra que define el Trienio Liberal es “La Fontana de Oro” y su prólogo, ya que en ella Benito Pérez Galdós nos lleva a  los espacios en los que se discutía sobre aspectos culturales y en los que no solamente se hablaba de política, que, sin duda, era otro modo de difusión de la cultura, ya que se abordaban otras muchas cuestiones. “La Fontana de Oro” se desarrolla precisamente entre 1820 y 1823. Ambienta ese tiempo y recoge los lugares en los que los liberales se solían reunir.

Durante este tiempo participaron en la capital de España otros destacados poetas como Francisco Martínez de la Rosa (que siendo granadino de nacimiento tuvo notable influencia en Madrid) y Alberto Lista que además de autor fue fundador en Madrid del Colegio Libre San Mateo donde después se formaron importantes literatos del siglos XIX. Durante esos años también escribieron sobre el Trienio Liberal otros autores madrileños como Mariano José de Larra que protegido con el seudónimo de Fígaro se declaró liberal desde su infancia, y manifestó su frustración de que España siempre estuviera hundida por los intereses radicados en los partidismos o, Manuel Bretón de los Herreros, que también abordó junto a su literatura otros asuntos políticos de actualidad.