La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha mostrado su satisfacción por las mejoras laborales reconocidas a las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica, pero ha reclamado que esos avances también se trasladen a las Brigadas Forestales (BBFF) de Madrid, gestionadas por la empresa pública Tragsa bajo un convenio distinto.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este miércoles la modificación del convenio colectivo de Tragsa, que permitirá que las BRIF participen en tareas preventivas durante todo el año, ampliando su papel más allá de la extinción de incendios en temporada estival.
Un cambio estructural en las BRIF
El nuevo marco laboral contempla la revalorización del complemento de operatividad, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2025, además de un incremento salarial, mejoras en las horas extraordinarias y una regulación más detallada de las jornadas, turnos y descansos.
Entre las novedades, también destaca la incorporación de técnicos especializados para reforzar la prevención de incendios en invierno, así como la posibilidad de movilizar a las brigadas en otras emergencias, como vendavales, inundaciones, nevadas o búsquedas de desaparecidos.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha celebrado que estas brigadas dejen de ser “personal eventual estacional para convertirse en fijos los 365 días del año”, lo que a su juicio supondrá una “profesionalización” que redundará en mayor seguridad y eficacia. En la misma línea, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha subrayado que “no se puede proteger sin condiciones laborales dignas”.
Madrid reclama un trato equivalente
La presidenta Ayuso ha valorado el acuerdo como un éxito de las reivindicaciones de las BRIF estatales, pero ha advertido que los efectivos madrileños también dependen de Tragsa, aunque se rijan por un convenio sectorial diferente, el de prevención y extinción de incendios de la Comunidad de Madrid.
En la región, alrededor de 500 brigadistas forestales iniciaron una huelga el 15 de julio para exigir una mejora de sus condiciones laborales. La protesta fue interrumpida temporalmente hasta el 25 de agosto debido a la ola de incendios que afectó a la Comunidad.
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, tiene previsto reunirse este viernes con el presidente de Tragsa con el objetivo de poner en marcha una mesa de negociación tripartita en la que participen el Gobierno regional, la empresa estatal y la representación sindical de los trabajadores.
Expectativas de acuerdo
El comité de empresa de las BBFF ha insistido en que “es el turno de la Comunidad de Madrid y de Tragsa” para alcanzar un acuerdo que dignifique la profesión y garantice un servicio público de calidad.
Con este escenario, la presión sindical y política se concentra ahora en que la empresa y la Comunidad logren un pacto que sitúe a las brigadas madrileñas en condiciones equiparables a las BRIF estatales, cerrando así un conflicto que ha marcado el inicio de la campaña de incendios en la región.