Piensan unos que es ladina,
otros la encuentran divina
porque nadie como ella
ama tanto a las gallinas.
Desde la Unión europea
Ursulina se desvive
por las aves de corral
para que vivan de lujo
con boato excepcional.
Sin duda sabe adentrarse
dentro de sus pensamientos,
pues ya de niña lo hacia
con aquellas del convento,
cuando estaba castigada
en el jardín del colegio.
Con una enorme soltura
se expresaba en “gallines”
captando sus problemones
y sus reivindicaciones,
del derecho y del revés.
El cerebro de Ursulina
(Igual que el de la gallina
en tamaño y en pensar)
entendió que se aburrían
viviendo en cautividad.
No se encontraban felices
ni con patos ni perdices,
ni gansos ni codornices.
Ursulina lloro mucho
por el alado elemento
decidiendo presentarse
a jefa del Parlamento.
“¡A invertir dos mil millones”!
les ordeno a los granjeros,
-que sepáis que es una orden
por el aquel de los huevos.
Anonadadas quedaron
las personas racionales
planteándose quizás
que no estaba en sus cabales.
Y dijo doña Ursulina
¿Os sorprende mi ansiedad?
Quiero dar a las gallinas.
la mayor felicidad.
Desde ahora en adelante.
con Europa de bandera
a luchar por las gallinas
sin dilaciones ni esperas.
No hay problema más profundo
ni me importan otros temas:
Debéis hacerlas felices,
a las Claras y a las yemas…