Hay muchos mitos respecto al embarazo y la salud bucodental que hoy me gustaría resolver, y dar un poquito de luz a las leyendas que envuelven la maternidad. Hay muchas mujeres embarazadas que dudan de si pueden ir al dentista, claro que puedes ir, y es más, tienes que ir, el embarazo aumenta el riesgo de caries y de inflamación de las encías. Pero no por estar embarazada, sino porque nuestros hábitos cambian o las rutinas se modifican, los vómitos provocan una alteración en el pH de nuestra boca, haciéndolo más ácido, y nuestra saliva cambia y disminuye su cantidad lo que hace que estemos más desprotegidos frente a las caries. Las náuseas obligan a comer con más frecuencia y cepillarnos menos, también se produce inflamación de encías, pero si tú no tienes placa ni mucho menos sarro esa inflamación será mínima o inexistente. Es muy importante tener una rutina de higiene minuciosa.
La típica frase de “con cada embarazo he perdido un diente” no es real como tal, ese diente ya estaría comprometido y al cambiar los hábitos, la alteración del ph en la saliva y menos higiene ha terminado por perder ese diente, pero si tú tienes una buena salud bucodental no tienes que tener ningún miedo a perder ningún diente durante tu embarazo, por eso es tan importante acudir a tu dentista. El cuidado de nuestra boca es muy importante, siempre, pero en el embarazo sino está bien cuidada puede causar daños colaterales no deseados, la enfermedad periodontal comúnmente denominada la “enfermedad de las encías” si se produce con mucha inflamación puede dar lugar a partos prematuros, preclampsia y bebé con bajo peso, esto no significa que si una mamá ha desarrollado alguna de estas patologías, sea por una mala higiene, hay más factores externos que pueden ocasionar estas patologías pero “todo suma”.

Las caries son infecciones que se pueden extender al cuerpo y vasos sanguíneos y estando embarazadas hay que evitar todo tipo de complicaciones. Hay que tener claro que en el embarazo un dolor de muelas no es algo fisiológico, sino patológico, fisiológico son las náuseas, vómitos, cansancio… pero no un dolor de muelas.
Hay que hacer visitas preventivas al dentista si o si y él decidirá si hay que solucionarlo ya o esperar, si está embarazada, sea el trimestre que sea tienen que hacerte una radiografía no pasa absolutamente nada, la radiación que emiten los nuevos aparatos de rayos es mínima. Al igual que si necesitan anestesiarte para sacarte una muela o hacerte un empaste, la Lidocaína que es lo que utilizamos en mamás embarazadas y lactantes, no tiene ningún riesgo ni para la mamá ni para el bebe. El tema de no hacer intervenciones en el tercer trimestre es más por un tema postural, el posicionamiento de la mamá en el sillón puede resultarle incómodo e intentamos evitar tratamientos largos y no tumbarla demasiado.
Una infección no puede retrasarse a ningún trimestre, y hay que intervenir en cualquier momento del embarazo, para ello disponemos del material necesario y totalmente inocuo para esa mamá y su bebé. Así que quiero transmitiros tranquilidad y normalizar esas visitas al dentista en el embarazo.