Frente Obrero ha anunciado su adhesión a la convocatoria organizada por UNASPI (Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes) para rendir homenaje a David Lafoz Gimeno, joven agricultor aragonés de 27 años, cuya reciente muerte ha conmocionado profundamente al sector agrario español. La concentración tendrá lugar el próximo martes 15 de julio a las 19:00 horas en la Plaza María Agustina de Castellón, con el objetivo de honrar su memoria y denunciar la presión institucional que, según distintos colectivos, habría sufrido el joven tras su implicación en las protestas agrarias de 2024.
La decisión de Frente Obrero de sumarse al acto responde a una postura crítica con las políticas gubernamentales hacia el sector primario, al que acusan de estar “abandonado, criminalizado y asfixiado por normativas impuestas desde los despachos”. En su comunicado, la formación lamenta que “los agricultores no solo deben soportar la depauperación de su trabajo, sino que también son sancionados y acosados cuando alzan la voz”.
La figura de David Lafoz, símbolo de la lucha agraria
David Lafoz, natural de Belchite (Zaragoza), se convirtió en una de las caras visibles de la movilización del campo en 2024, especialmente tras conducir su tractor hasta la entrada de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, en un gesto que se viralizó como símbolo de resistencia del mundo rural. Fue miembro fundador de la asociación AEGA (Aragón es Ganadería y Agricultura) y una voz activa en la defensa de la dignidad del trabajo en el campo.
Más allá de su faceta de activista agrario, Lafoz también se destacó por su implicación solidaria en situaciones de emergencia, como durante la DANA que afectó a la Comunidad Valenciana en octubre de 2024 o en las riadas de la comarca del Aguasvivas. Su compromiso con la tierra y su gente fue ampliamente reconocido por quienes compartieron con él causas y trabajo.
Acusaciones de acoso institucional
El fallecimiento de Lafoz, según ha difundido el comunicador Alvise Pérez, se habría producido tras una situación de creciente presión económica y administrativa: multas, inspecciones, retirada de ayudas y un supuesto aislamiento social y político tras su papel como portavoz de las protestas. Aunque no existen confirmaciones oficiales sobre una carta de despedida, ni sobre las condiciones exactas del fallecimiento, el caso ha reabierto un intenso debate sobre la represión al sector primario, especialmente a quienes han liderado manifestaciones.
Frente Obrero ha señalado que la muerte de Lafoz “no puede desligarse del acoso sistemático al que son sometidos los pequeños y medianos agricultores que se resisten a los dictados de la política agraria neoliberal, tanto en Bruselas como en Madrid”. La formación ha reclamado “una revisión urgente de las políticas que empujan a miles de trabajadores rurales a la ruina y al abandono”.
Homenaje en Castellón: una concentración cargada de simbolismo
La concentración convocada por UNASPI este martes busca reivindicar el legado combativo de David Lafoz y denunciar la situación límite que atraviesa el sector. En palabras del colectivo convocante, se trata de “salvar la agricultura, vengar su muerte y seguir su ejemplo revolucionario”.
Desde Frente Obrero han llamado a participar masivamente en este homenaje como forma de “visibilizar el sufrimiento del mundo rural y construir una respuesta colectiva ante la injusticia que sufren quienes producen los alimentos de este país”. Bajo el lema “El campo no se toca”, la organización ha insistido en que “lo sucedido con David no puede repetirse” y ha reclamado protección y dignidad para el campesinado español.
Una muerte que deja huella en el campo
El caso de David Lafoz ha dejado una profunda marca entre quienes luchan por la supervivencia del medio rural. Su muerte ha sido interpretada no solo como una pérdida personal, sino como la manifestación extrema del abandono institucional al que se enfrenta el sector primario.
La concentración del martes se prevé como un acto de reivindicación, memoria y denuncia, y será seguida con atención por numerosas plataformas agrarias, movimientos sociales y colectivos ciudadanos que ven en Lafoz el reflejo de un malestar creciente en la España rural. Como señaló AEGA en su despedida: “Que la tierra que tanto cultivaste te sea leve, amigo”.