La Guardia Civil, en el marco de la operación Namib, ha desmantelado una red internacional de tráfico ilegal de fauna silvestre protegida, con la detención de cinco personas y la investigación de otras 18 por su presunta implicación en delitos contra el medio ambiente y la flora y fauna.
#OperacionesGC | Desmantelada una red internacional de tráfico de #EspeciesProtegidas.
— Guardia Civil (@guardiacivil) May 24, 2025
🚔 5 personas detenidas y 18 investigadas por su presunta implicación en actividades delictivas contra la #FaunaSilvestre
🐢 Incautado ejemplares de una treintena de especies protegidas en el… pic.twitter.com/k0vgu3pT7g
El operativo, desarrollado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Cáceres con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha tenido una duración de más de un año y se ha extendido por varias provincias, con especial incidencia en Cáceres, donde se concentraron los principales esfuerzos. También se han practicado actuaciones en Madrid, Málaga, Lugo, Badajoz, Ciudad Real y Almería.
Tráfico de especies incluidas en la CITES
La red criminal operaba tanto a nivel nacional como internacional, con vínculos con Portugal, desde donde se importaban algunos ejemplares. El grupo se dedicaba al transporte, tenencia y comercialización ilícita de especies incluidas en los Apéndices I y II del Convenio CITES, que regulan estrictamente o prohíben su comercio debido al riesgo de extinción que enfrentan.
Durante las inspecciones en domicilios particulares, establecimientos de venta y almacenes, los agentes incautaron una treintena de ejemplares de fauna protegida, entre los que se encuentran:
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Aves exóticas como loros yacos africanos de cola roja, cotorras del sol, amazonas aestivas y diversos guacamayos.
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Reptiles protegidos, como tortugas de espolones africanos y tortugas leopardo.
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Especies invasoras, destacando la presencia de una suricata, especie carnívora originaria del sur de África, cuya tenencia está estrictamente prohibida en entornos domésticos.
Posibles penas de prisión y sanciones
Los detenidos y los investigados se enfrentan a penas de prisión de entre seis meses y dos años, multas económicas considerables y posibles inhabilitaciones para cualquier actividad relacionada con la tenencia, comercio o custodia de animales.
La Guardia Civil ha recordado la gravedad de este tipo de delitos, que no solo constituyen un atentado contra la biodiversidad y el equilibrio ecológico, sino que además favorecen la degradación de ecosistemas frágiles y aceleran la extinción de especies de gran valor ecológico, científico y cultural.
La operación Namib se enmarca en el esfuerzo sostenido de las fuerzas de seguridad españolas por combatir el tráfico de especies protegidas, una actividad delictiva que sigue creciendo a nivel mundial y que representa una de las principales amenazas para la conservación del medio ambiente.