La tarde de ayer se convirtió en un auténtico caos para miles de usuarios de Cercanías Madrid tras registrarse una avería en el suministro eléctrico que obligó a detener la circulación de trenes en las líneas C-2, C-7, C-8 y C-10.
La incidencia, ocurrida en torno a las 19:17 horas entre las estaciones de Atocha y Vallecas, provocó que numerosos viajeros descendieran de los convoyes y ocuparan las vías después de accionar las palancas de emergencia. Esta situación interrumpió completamente el servicio y obligó a desplegar un dispositivo de seguridad extraordinario.
Según fuentes de Adif y Renfe, la tensión eléctrica se recuperó sobre las 19:45 horas, aunque el tráfico ferroviario no pudo reanudarse de inmediato debido a la presencia de pasajeros en las vías. Fue necesario esperar a que personal de seguridad y fuerzas del orden desalojaran la zona y dirigieran a los afectados hacia la estación de Atocha.
La circulación quedó plenamente restablecida alrededor de las 21:00 horas, tras comprobar que no quedaban personas en la zona afectada. Durante ese tiempo, cientos de viajeros quedaron bloqueados tanto en los trenes como en los andenes, con escenas de confusión e incertidumbre.
Además de los servicios de Cercanías, la avería afectó a un tren de Media Distancia con destino Jaén, cuya salida desde Madrid estaba prevista a las 19:19 horas, lo que incrementó el alcance del incidente.
Este episodio se suma a otros problemas recientes en la red madrileña, que acumula críticas por las reiteradas averías y retrasos. Mientras, Adif y Renfe insisten en que se trató de una incidencia puntual derivada de la falta de suministro por parte de la empresa distribuidora, ajena a la gestión ferroviaria.