Distritos Madrid

Vecinos de Carabanchel en pie de guerra contra las largas fiestas de San Isidro

La Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol, junto con otros colectivos y residentes de Carabanchel, ha lanzado una ofensiva contra la decisión de la Junta Municipal del distrito, liderada por el concejal Carlos Izquierdo (PP), de extender las tradicionales fiestas de San Isidro a 15 días consecutivos en 2025
Chulapos en la Pradera de San Isidro - Ayuntamiento de Madrid
photo_camera Chulapos en la Pradera de San Isidro - Ayuntamiento de Madrid

La Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol, junto con otros colectivos y residentes de Carabanchel, ha lanzado una ofensiva contra la decisión de la Junta Municipal del distrito, liderada por el concejal Carlos Izquierdo (PP), de extender las tradicionales fiestas de San Isidro a 15 días consecutivos en 2025. Los vecinos, que durante años han acogido estas celebraciones con espíritu festivo y comprensión, denuncian ahora una serie de graves problemas derivados de la prolongación de los festejos, que afectan directamente a su calidad de vida.

De una semana a dos: las molestias de una fiesta ampliada

Durante décadas, las fiestas de San Isidro se extendieron durante una semana, culminando el día del patrón. Sin embargo, en los últimos años, el calendario festivo se ha alargado progresivamente, hasta alcanzar dos semanas en 2024. Ahora, la Junta Municipal ha decidido mantener esa duración para 2025, lo que ha generado un fuerte rechazo vecinal.

Entre las principales quejas destacan:

  • Ruido nocturno: Conciertos y atracciones que se prolongan hasta altas horas de la madrugada, incluso en días laborables, dificultan el descanso de los residentes.
  • Problemas de movilidad: Cortes de calles que inician una semana antes y continúan una semana después, complican el acceso al barrio.
  • Deterioro del parque y la zona: La Pradera de San Isidro y sus alrededores sufren un daño considerable que tarda en recuperarse tras los festejos.
  • Venta ilegal y acumulación de basura: El consumo y venta clandestina de bebidas, así como la falta de limpieza inmediata, generan olores y suciedad persistentes.
  • Daños en infraestructuras: En 2024, la retirada de atracciones provocó cortes eléctricos y desperfectos en electrodomésticos de los vecinos, sin que se ofreciera ninguna compensación.

Las demandas vecinales

Ante esta situación, los vecinos han presentado alegaciones para revertir la decisión del pleno municipal. Entre las propuestas destacan:

  1. Reducción de la duración: Volver al formato original de una semana (del 7 al 15 de mayo).
  2. Control de horarios: Limitar la música a las 22:00 en días laborables y a las 2:00 los fines de semana y el día de San Isidro.
  3. Medidas acústicas: Instalación de pantallas que reduzcan el impacto sonoro en las viviendas cercanas.
  4. Mejoras en movilidad: Refuerzo del control del tráfico y prohibición de aparcar en aceras y espacios públicos.
  5. Más urinarios públicos: Incremento de instalaciones para evitar que las calles y portales se usen como baños improvisados.

Además, la asociación se opone a la decisión de convertir el Parque de San Isidro en un recinto ferial permanente, advirtiendo que esto consolidaría los problemas y transformaría el barrio en una zona de ocio, alejándose de su esencia residencial y familiar.

¿Fiestas sí, pero a qué precio?

Desde la Asociación Vecinal Pradera del Tercio Terol aclaran que no están en contra de las fiestas: "Queremos que se celebren, pero de manera respetuosa con quienes vivimos aquí todo el año". Los vecinos defienden un modelo de festividad sostenible, que permita disfrutar de San Isidro sin sacrificar el descanso y el bienestar del barrio.

La tensión entre la Junta Municipal y los residentes refleja un dilema recurrente en Madrid: equilibrar el entusiasmo por las celebraciones populares con el respeto a la vida cotidiana de los vecinos. Mientras tanto, el debate sigue abierto y las fiestas de 2025 prometen ser un tema caliente en Carabanchel.