Medio Ambiente

Más de 1,3 millones para restaurar los pinares de ribera en la Sierra de Guadarrama

La inversión permitirá actuar en 438 hectáreas hasta 2030 para mejorar la biodiversidad, proteger los ríos y garantizar el hábitat de especies autóctonas
El consejero Carlos Novillo, visitando la zona restaurada de la dehesa de La Golondrina - Foto Comunidad de Madrid
photo_camera El consejero Carlos Novillo, visitando la zona restaurada de la dehesa de La Golondrina - Foto Comunidad de Madrid

La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un ambicioso plan de conservación en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, con una inversión de 1.386.000 euros destinada a la mejora de los pinares de ribera.

El proyecto, que se desarrollará hasta el año 2030, abarca 438 hectáreas de bosques situados en las orillas de ríos y arroyos, fundamentales para el equilibrio medioambiental del entorno.

Pinares esenciales para el ecosistema madrileño

Los pinares de ribera cumplen un papel clave en la preservación del medio natural: mejoran la calidad del agua, regulan la temperatura y actúan como refugio para la fauna autóctona. Entre las especies beneficiadas se encuentran corzos, jabalíes e invertebrados, además de servir de cortafuegos naturales, estabilizar las orillas y facilitar la recarga de acuíferos subterráneos.

Estos bosques, muchos de ellos fruto de repoblaciones realizadas hace más de ocho décadas, también funcionan como filtros frente a sedimentos y sustancias químicas, reforzando su importancia en la protección de los ecosistemas fluviales.

Primeras actuaciones en el valle del Lozoya

El proyecto ya ha comenzado en el valle del Lozoya, donde se han restaurado 26,27 hectáreas de bosques de ribera. Los trabajos han incluido técnicas de apeo de árboles secos, estaquillado para la reproducción de ejemplares, limpieza y astillado de troncos e incluso extracción de restos mediante tracción animal, con el fin de respetar al máximo el entorno natural.

Gracias a estas labores, se ha logrado favorecer el crecimiento ordenado de la vegetación, mejorando el hábitat de la fauna silvestre que habita en la zona.

Próximos trabajos en La Morcuera

La siguiente fase de la iniciativa se desarrollará en noviembre en los arroyos del Algodón y la Angostura, en el monte de La Morcuera. Allí se llevará a cabo una repoblación con árboles y arbustos de hoja caduca, así como la creación de mosaicos de paisaje que diversifiquen el entorno.

Además, los técnicos medioambientales trabajarán en la separación manual de rodales de plantas frondosas, surgidas de forma natural entre los pinos, para permitir su desarrollo sin dañar otras especies.

Un proyecto respaldado por fondos europeos

El plan de conservación cuenta con la asesoría científica del Centro de Investigación, Seguimiento y Evaluación del Parque Nacional (CISE) y con la financiación de los fondos europeos Next Generation, enmarcados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.